"SUPE consiguió fortalecer su sindicalización con el peronismo"

El historiador Gabriel Carrizo presentó su libro "Petróleo, peronismo y sindicalismo" el 24 de mayo en el Centro de Información Pública. La investigación indaga sobre la construcción de los sindicatos, "la grieta" que provoca el peronismo con los sectores que buscaban más autonomía como los comunistas y el rol de la zona militar de Comodoro Rivadavia que atraviesa la primera y segunda presidencia de Juan Domingo Perón. Carrizo investigó la historia de la zona militar y luego Gobernación de Comodoro Rivadavia, de la que actualmente hay documentación que es secreta por el gobierno nacional, donde concluye que fue creada para proteger y vigilar los yacimientos petrolíferos y eliminar la influencia comunista en los sindicatos. Posteriormente, surge la peronización del sindicalismo y, en medio de todo esto, el Sindicato Unido de Petroleros del Estado (SUPE). "SUPE viene a fortalecer su sindicalización con el peronismo, es parte de esa oleada de sindicalización que genera el peronismo", señaló Carrizo en diálogo con Patagónico Energía. "Un desafío es encontrar toda la documentación de un sindicato, porque en muchas épocas fueron perseguidos y parte de sus archivos destruidos. Por eso recurrí a diarios y documentación privada que facilitaron sus propietarios". "En el sindicato había un sector que defendía la independencia política y su autonomía, una dirigencia con sectores militantes del radicalismo y el socialismo. Muchos defendían a Perón pero no se definían como peronistas. Había otro sector que sí, que vieron en Perón un escenario nuevo y que sus demandas eran cristalizadas. Ese sector demanda que el SUPE se defina como peronista y esa es la disputa central", explicó. SUPE nace el 10 de febrero de 1946, favorecido por el peronismo, y empieza a escalar en influencia en las decisiones de YPF. "El peronismo genera una nueva subjetividad en los trabajadores, les da un nuevo rol y una nueva presencia que es vista como un trauma por el sector empresario. No estaban acostumbrados a tomar decisiones con otros y menos con trabajadores". "SUPE tomó notoria presencia en ámbitos de decisión, al punto que Pedro Gomis que era el secretario del sindicato a nivel nacional, era miembro de la Empresa Nacional de Energía, el ENDE. Y eso era visto como un caso irreverente. Es más, Gomis empezó a compartir escenarios con el presidente y otras autoridades de YPF", relató Carrizo. NUEVO ROL OBRERO Juan Domingo Perón y la doctrina justicialista vino a trastocar las jerarquías establecidas con el nuevo rol asignado a los trabajadores. Ese desajuste de las estructuras es bien visto por muchos sectores sindicales que, sumados al carisma de ese líder político, provoca "la grieta" con los dirigentes que pretendían un sindicalismo alejado de la política gubernamental y con mayor autonomía. "Pensemos que Mosconi perseguía a los sindicatos y que YPF no tenía permitida la sindicalización. El peronismo deja sindicalizarse e integrar a esos gremios a las políticas de Estado. Por eso el sindicato pierde su autonomía. Ese es el meollo de la interna sindical entre la militancia de izquierda y quienes adhieren a convertirse en peronistas. Esa era una grieta", explicó. "Historiadores que han investigado a la izquierda en los sindicatos ven sectores que no pudieron superar la crisis en términos identitarios con la llegada del peronismo, cómo digerir que esos trabajadores se hicieron peronistas y no comunistas", consideró el historiador y docente de la Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco (UNPSJB). "Numerosos dirigentes comunistas y socialistas adhirieron al peronismo -sigue Carrizo- y eso también formó parte de las discusiones, incluida la participación al 17 de octubre. Juan Carlos Torres, precursor de estos estudios sobre el peronismo, muestra con fuentes de la CGT como eso era una discusión entre defender a un militar que había sido parte de un golpe de estado y la clase obrera se ve en medio de esas tensiones y  interpelación que le hace el peronismo".
El historiador Gabriel Carrizo presentó su libro "Petróleo, peronismo y sindicalismo" el 24 de mayo en el Centro de Información Pública. La investigación indaga sobre la construcción de los sindicatos, "la grieta" que provoca el peronismo con los sectores que buscaban más autonomía como los comunistas y el rol de la zona militar de Comodoro Rivadavia que atraviesa la primera y segunda presidencia de Juan Domingo Perón.
Carrizo investigó la historia de la zona militar y luego Gobernación de Comodoro Rivadavia, de la que actualmente hay documentación que es secreta por el gobierno nacional, donde concluye que fue creada para proteger y vigilar los yacimientos petrolíferos y eliminar la influencia comunista en los sindicatos. Posteriormente, surge la peronización del sindicalismo y, en medio de todo esto, el Sindicato Unido de Petroleros del Estado (SUPE).
"SUPE viene a fortalecer su sindicalización con el peronismo, es parte de esa oleada de sindicalización que genera el peronismo", señaló Carrizo en diálogo con Patagónico Energía. "Un desafío es encontrar toda la documentación de un sindicato, porque en muchas épocas fueron perseguidos y parte de sus archivos destruidos. Por eso recurrí a diarios y documentación privada que facilitaron sus propietarios".
"En el sindicato había un sector que defendía la independencia política y su autonomía, una dirigencia con sectores militantes del radicalismo y el socialismo. Muchos defendían a Perón pero no se definían como peronistas. Había otro sector que sí, que vieron en Perón un escenario nuevo y que sus demandas eran cristalizadas. Ese sector demanda que el SUPE se defina como peronista y esa es la disputa central", explicó.
SUPE nace el 10 de febrero de 1946, favorecido por el peronismo, y empieza a escalar en influencia en las decisiones de YPF. "El peronismo genera una nueva subjetividad en los trabajadores, les da un nuevo rol y una nueva presencia que es vista como un trauma por el sector empresario. No estaban acostumbrados a tomar decisiones con otros y menos con trabajadores".
"SUPE tomó notoria presencia en ámbitos de decisión, al punto que Pedro Gomis que era el secretario del sindicato a nivel nacional, era miembro de la Empresa Nacional de Energía, el ENDE. Y eso era visto como un caso irreverente. Es más, Gomis empezó a compartir escenarios con el presidente y otras autoridades de YPF", relató Carrizo.

NUEVO ROL OBRERO
Juan Domingo Perón y la doctrina justicialista vino a trastocar las jerarquías establecidas con el nuevo rol asignado a los trabajadores. Ese desajuste de las estructuras es bien visto por muchos sectores sindicales que, sumados al carisma de ese líder político, provoca "la grieta" con los dirigentes que pretendían un sindicalismo alejado de la política gubernamental y con mayor autonomía.
"Pensemos que Mosconi perseguía a los sindicatos y que YPF no tenía permitida la sindicalización. El peronismo deja sindicalizarse e integrar a esos gremios a las políticas de Estado. Por eso el sindicato pierde su autonomía. Ese es el meollo de la interna sindical entre la militancia de izquierda y quienes adhieren a convertirse en peronistas. Esa era una grieta", explicó.
"Historiadores que han investigado a la izquierda en los sindicatos ven sectores que no pudieron superar la crisis en términos identitarios con la llegada del peronismo, cómo digerir que esos trabajadores se hicieron peronistas y no comunistas", consideró el historiador y docente de la Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco (UNPSJB).
"Numerosos dirigentes comunistas y socialistas adhirieron al peronismo -sigue Carrizo- y eso también formó parte de las discusiones, incluida la participación al 17 de octubre. Juan Carlos Torres, precursor de estos estudios sobre el peronismo, muestra con fuentes de la CGT como eso era una discusión entre defender a un militar que había sido parte de un golpe de estado y la clase obrera se ve en medio de esas tensiones y interpelación que le hace el peronismo".

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