Taselli, un empresario que jamás se queda en la vía

Un rápido respaso por la carrera de Sergio Taselli permite suponer que el quite de concesión de las ex líneas Roca y Belgrano Sur ha sido un favor más que un perjuicio para este osado empresario cuya característica operativa ha sido el desguace y la desinversión. ¿Qué mejor que desprenderse de una concesión a la cual ya no se puede sacarle rédito sin previa inversión?
El expertise de Taselli en los mercados regulados le vino desde sus inicios, cuando abastecía de chatarra a Techint, el grupo industrial más grande e influyente de la Argentina. Ya curtido en esas lides, no dudó en ingresar a Yacimientos Carboníferos de Río Turbio (YCRT), Aceros Zapla, en negocios de energía (en Catamarca y Formosa) y en la concesión de trenes.
Taselli tuvo la vía libre del menemismo para desguazar Río Turbio y cobró regularmente subsidios que ascendieron a 163 millones de dólares. Según un informe de la Auditoría General de la Nación, del año 2001, la violación fue tan obscena que el entonces presidente Eduardo Duhalde decidió la rescisión del contrato.
El gobierno de Kirchner carga las tintas sobre la responsabilidad de Menem en la concesión de Río Turbio, pero durante los diez años que Taselli tuvo la concesión, Kirchner gobernó Santa Cruz.
El grado de desinversión fue tal que en junio de 2004, a causa de un incendio en la mina, murieron 14 obreros. Doce días antes, el presidente había visitado el lugar y prometido una inversión de 320 millones de pesos. El interventor en YCRT era Daniel Peralta, quien hace diez días fue convocado por el kirchnerismo para asumir la gobernación de Santa Cruz y apagar el incendio político en la provincia.
Si Taselli tuvo alguna responsabilidad por la «desinversión» en Rio Turbio que, dos años después de su salida, terminó en un fatal accidente, la verdad es que el kirchnerismo le hizo precio.
El polémico empresario incursionó en actividades como frigorícos y curtiembre, compró Massey Ferguson en un remate judicial y le entusiasma la venta de maquinaria agrícola a Venezuela, una avenida abierta por las relaciones de Kirchner con Hugo Chávez.
Taselli participa en una treintena de empresas, casi todas medianas, pero no deja de soñar a lo grande, al punto de haberle ofrecido al Gobierno electrificar el ramal Constitución-Berazategui.

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