El ministro de Trabajo, Carlos Tomada, afirmó que en los últimos 12 años “se han sancionado en el país unas 45 leyes en favor de los derechos de los trabajadores”, al fundamentar su defensa de la política del Gobierno nacional contra las críticas opositoras a los acuerdos en materia de inversiones con la República Popular de China.
“Parece que estaban más cómodos con las relaciones carnales (en referencia a la política exterior del menemismo, encabezada por el ex canciller Guido Di Tella) que con las relaciones producto de la multipolaridad” del actual gobierno, opinó.
En una entrevista concedida a Télam, Tomada remarcó: “el gobierno que está firmando estos acuerdos, que pretenden descalificar algunos sectores, es el mismo gobierno que hace de la ampliación de derechos y de la igualdad ante la ley el principio básico que rige las relaciones laborales en la Argentina de hoy”.
Respecto de la supuesta utilización de mano de obra china para los emprendimientos que llevarán adelante ambas naciones, el ministro sostuvo que lo “primero y fundamental” es que estos acuerdos son “para generar empleo de los argentinos”.
Para Tomada, “lo que en realidad cuestionan es la política exterior multipolar que permite no sólo negociar con todos los países de Occidente sino que además se abre a las nuevas posibilidades que brindan los grandes países emergentes nucleados en el Brics” (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica).
En diálogo con Télam, el titular de la cartera laboral nacional manifestó que “si algo ha hecho este gobierno, indiscutiblemente, ha sido defender el trabajo y la producción de los argentinos”.
“Entonces mal puede sospecharse siquiera que estos acuerdos fueran a llevar un germen de pérdida de puestos de trabajo”, aclaró.
FUENTES DE EMPLEO
Seguidamente, explicó que por algunos de los convenios establecidos con China probablemente vengan técnicos de ese país, pero subrayó que la norma que siempre regirá es la más favorable al trabajador.
“Aquellos que siempre han reclamado inversiones ahora levantan la voz y parece que antes no les preocupaban las inversiones cuando eran norteamericanas, alemanas, francesas o españolas, y se ponen en una supuesta defensa del trabajo y de la producción de los argentinos cuando el convenio es con los chinos”, cuestionó.
Dijo también que “tampoco hay ninguna autorización de prioridad a los chinos, porque si fuera así estaríamos discriminando” y los convenios “caerían por ese solo principio”.
En este contexto, el ministro recordó que “en los últimos 12 años se han sancionado 45 leyes en favor del trabajo y de los derechos de los trabajadores”.
“Por ejemplo, la derogación de la ley Banelco, la sanción de la ley de prohibición del trabajo infantil y su conversión en delito, el nuevo Estatuto del Peón Rural, la de las trabajadoras de casas particulares, las leyes que penalizan la trata laboral y todo lo relacionado con la violencia en el empleo y algunas normas que restablecieron artículos de la Ley de Contrato de Trabajo que habían sido derogados por la dictadura”, enumeró.
En ese sentido, el ministro resaltó: “ahora se aplican las mismas normas generales a todos y eso es un acto de estricta justicia”.
Asimismo, consideró que “este gobierno no plantea cualquier crecimiento económico sino que apunta a la inclusión social y esa inclusión tiene como instrumento privilegiado el trabajo”.
Luego se refirió al retroceso de los niveles de trabajo infantil, al señalar que “la última encuesta muestra un retroceso de un 66 por ciento”.
En cuanto al trabajo no registrado dijo que “también ha bajado mucho en la Argentina, pero siempre digo que eso es una tarea en la que no voy a cejar hasta el último día de mi gestión”.
El ministro comentó “que lo que ha hecho, hace y seguirá haciendo el Estado es fortalecer la fiscalización y el control del cumplimiento de las normas laborales”.