Tras presunto suicidio de una mujer, familiares denuncian golpiza policial

La trágica muerte de una mujer identificada como Stella Maris Pérez, ocurrida el viernes por la noche en Pico Truncado, derivó en públicas denuncias de sus familiares no sólo por la falta de profesionales y equipamiento que afronta el hospital público de esa localidad sino también contra efectivos policiales de la Seccional Primera, a quienes acusaron de haberlos golpeado salvajemente. También acusaron a un juez de instrucción.

Caleta Olivia (agencia)

La mujer, de 45 años de edad, murió a consecuencia de un balazo en la cabeza y si bien en principio se baraja la hipótesis de suicidio, la policía aguardaba los resultados de la autopsia dado que el cuerpo presentaría hematomas y otras heridas, aunque ello fue desmentido por sus familiares.
Además, luego de haber ingresado en estado crítico al Hospital Distrital de Truncado, alrededor de las 22, tuvo que ser derivada de urgencia al Hospital Zonal de Caleta Olivia ya que en el primero de los nosocomios no se cuenta con la aparatología, la totalidad de un equipo de profesionales, ni los insumos necesarios para atender este tipo de urgencias, dejando nuevamente al desnudo las graves falencias en el sistema de salud pública.

ACUSACIONES
Uno de los hijos de la víctima, Roberto Pessolano, se comunicó el lunes con la FM Nueva Generación de esa misma localidad para dar a conocer su versión de lo sucedido.
“Lo que nos pasó es terrible, nuestra viejita decidió irse, eso nosotros lo aceptamos, lo que no aceptamos es la injusticia” ya que inmediatamente después de lo sucedido en su casa de la calle Belgrano, junto a otro hermano y el padre de ambos, “nos llevaron engañados a la Comisaría; nos dijeron que nos iban a hacer las pericias nomás, que duraban dos minutos, pero nos tuvieron más de dos horas detenidos”.
Roberto aludió a la desesperación que los embargó ya que mientras ellos estaban presos la mujer agonizaba y era trasladada a Caleta Olivia, donde finalmente expiró.
El hijo de la víctima expresó su enojo porque Mario Díaz, jefe de la dependencia, había negado que se hubiera golpeado a los familiares, en declaraciones que el citado comisario formulara a la misma emisora. En tanto, Diario Patagónico procuró ayer comunicarse telefónicamente con el citado oficial, pero en reiteradas oportunidades se negó su presencia en la dependencia.
A todo esto, Roberto Pessolano también sugirió que el juez Leonardo Cimini Hernández  “se tiene que ir del pueblo, porque fue el que dio la orden de detenernos hasta que se hicieran las pericias.
Tardaron dos horas y media y mi vieja falleció en ese momento”. “A los quince minutos (mientras se hallaban en la dependencia) quisimos salir para acompañarla, pero no nos dejaron, nos esposaron y golpearon como doce policías”, relató.
“Yo estoy todo golpeado y marcado. Me decían que me tranquilice. Nos llevaron engañados. A mi viejo lo tenían siete policías y a mi hermano otros lo sacaron del brazo del lugar y nos dijeron que nos iban a tirar gas pimienta en la vista”, aseguró.
“La cosas no pueden quedar de esta manera, con el hospital, el juez y la policía” dijo indignado el joven, recordando además que “cuando llegó la ambulancia a mi casa le pedí a la doctora y a la policía que muevan las patas y que la lleven urgente al hospital porque todavía estaba viva”.
“Ella hablaba y nos dijo a todos nosotros que nos quería; que fue un error y no lo hizo porque quiso, fue un momento de desesperación”, expresó en clara alusión al accionar del arma de fuego que fue hallada en una habitación.

EN EL HOSPITAL
“NO TIENEN NADA”
Por su parte el padre de los jóvenes y esposo de la víctima, también llamado Roberto, reconoció que en el Hospital Distrital de Truncado los médicos y enfermeros hicieron todo lo humanamente posible para salvar la vida de su mujer. Tanto él como su hijo formularon similares declaraciones tanto a la radio FM Nueva Generación como al programa informativo televisivo de Canal 5.
“Realmente en el hospital se han portado muy bien: la doctora, la gente de camilla, el cirujano que dejó lo que estaba haciendo porque era un momento desesperante”, admitió, pero al mismo tiempo dijo que todo lo hicieron “dentro de los medios que tienen porque prácticamente no tienen nada”, dijo.
También criticó al juez y al fiscal  por no acercarse a la familia en momentos del dolor. “El juez es un tipo impresentable, irresoluto y lo voy a denunciar. Cimini se portó mal y esa noche hizo que nos detuvieran dos horas y media, cuando nosotros queríamos acompañar en esos últimos minutos a mi esposa”.
sentenció.

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