Tripulante advirtió que el Pensacola estaba “al límite” y tenía que ser reparado

Uno de los tripulantes del pesquero Pensacola, Francisco Vidal, que se encontró a la deriva en altamar, desde el miércoles por la tarde, cuestionó la burocracia de Prefectura para actuar ante la emergencia: "los tiempos de la vida y la muerte no los pueden manejar pero tienen que ser más precisos y hábiles. Ojalá que el día de mañana les den un curso acelerado de cómo se tienen que hacer las cosas. Dios no está sólo en Buenos Aires; tiene que estar en todas partes", expresó.

Uno de los once tripulantes del pesquero Pensacola, Francisco Vidal, que se encontró a la deriva en altamar desde el miércoles por la tarde, cuando se rompió un eje que le impidió continuar desplazándose, cuestionó la burocracia de Prefectura para actuar ante la emergencia: "los tiempos de la vida y la muerte no los pueden manejar pero tienen que ser más precisos y hábiles. Ojalá que el día de mañana les den un curso acelerado de cómo se tienen que hacer las cosas. Dios no está sólo en Buenos Aires; tiene que estar en todas partes", expresó. 

Vidal contó - en Radio Del Mar- que "eran los últimos viajes que íbamos a hacer para que el barco vaya a reparación" y opinó que "estábamos al límite". Afirmó que tuvieron miedo pero "la tripulación es profesional; nos mantuvimos siempre serenos, acordándonos de los cursos que nos da Prefectura". Los 11 tripulantes se reencontraron con sus familias tras haber sido remolcados por un buque.

El tripulante dijo que a pesar de las condiciones del barco, "tenemos que trabajar para darle de comer a nuestra gente y el barco se la 'bancaba' pero ese problema (la rotura del eje) es por un desgaste; teníamos condiciones de seguridad pero nunca sabe uno cuándo va a producirse eso".

Comentó que llegaron a la 1 después de varias horas de remolque del barco Don Pedro y criticó que Prefectura no pudo a hacerlo pese a "tener una nave más grande con todas las condiciones. Es un barco de mucho calado, dicen que no están en condiciones de hacer una maniobra de remolque. Me parece irrisorio; un barco le tiene que prestar ayuda a una nave del tamaño nuestro, que es muy pequeña".

Vidal explicó: "tuvimos problemas en la máquina, el eje se partió y nos dejó sin propulsión; la única forma en ese caso es tener el barco estanco y mantenerse adentro".

"TEMOR SIEMPRE HAY"

"Hace 30 años que navego, pasé situaciones similares y temor siempre hay porque uno tiene familia y piensa en eso pero la tripulación es profesional; nos mantuvimos siempre serenos, acordándonos de los cursos que nos da Prefectura y que uno mantiene a rajatabla, de no entrar en pánico, mantenerse siempre firmes. Fueron muchas horas, tratábamos de venirnos antes pero el temporal nos agarró en el camino. Tratamos de mantenernos siempre andando, preparando todos los elementos de salvamento, agua, comida. El barco tiene las comodidades mínimas, es de trabajo, de pesca", relató el tripulante.

Por último aclaró que en altamar "los celulares no andan, sólo la radio del barco y si uno tiene un satelital, pero sale muy cara la comunicación".

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