París (Télam)
Al cerrarse con los colegios electorales, los principales medios de comunicación de Francia dieron a conocer sus sondeos de boca de urna que le otorgaron una cómoda victoria al ex Minstro del Interior.
Gritos de alegría estallaron en la sede de la Unión para un Movimiento Popular (UMP) al recibir cuatro encuestas de boca de urna -a las que tuvo acceso Télam- que sitúan a Sarkozy con entre 53% y 54% de los votos en una elección marcada por una participación récord de 85,5%.
Ségolene Royal le agradeció a sus 17 millones de electores y pese a reconocer la derrota en la Casa de América latina de París afirmó: «nada me detendrá, continuaré luchando por una Francia más justa».
De esta forma Sarkozy sucederá a Jacques Chirac tras 12 años, por lo que la derecha continuará gobernando la quinta potencia mundial.
FESTEJO
Seguido por una decena de motos con fotógrafos y camarógrafos el auto que trasladó a Nicolás Sarkozy atravesó toda la ciudad para llegar al teatro La Salle Gaveau donde Los militantes de la UMP lo recibieron entonando La Marsellesa, el himno francés.
La UMP se encuentra preparando una reunión pública a la medianoche en la simbólica plaza de la Concorde, lindante al Palacio presidencial del Eliseo, junto a sus militantes para festejar la de victoria.
El escrutinio finalizó a las 18 (hora de Francia) en la mayoría de las regiones y en las zonas rurales, mientras que en las grandes ciudades los colegios electorales cerraron a las 20.
La ley francesa prohíbe la difusión de cualquier sondeo de boca de urna hasta el cierre de los comicios, sin embargo, como dicha ley rige sólo en Francia los medios de los países vecinos, principalmente belgas y suizos, anunciaron dos horas y media antes los resultados.
La policía desplegó un importante operativo de seguridad con 8.000 efectivos y 12.000 reservistas porque se teme que la victoria de Sarkozy los suburbios sean escenario de revueltas como en noviembre del 2005.
UN PROTOTIPO DE LA DERECHA
Nicolás Sarkozy es reconocido por los franceses por su mal humor pero también por encarnar con profundidad el alineamiento con Estados Unidos y el endurecimiento de las leyes migratorias.
El actual ministro del Interior, que recibirá los atributos presidenciales de Jacques Chirac, el 16 de mayo, tiene además una visión particular de la ampliación de la Unión Europea (UE), de la que Francia fue uno de sus principales impulsores, como por ejemplo su oposición al ingreso de Turquía.
Sarkozy, del partido oficialista Unión por un Movimiento Popular (UMP), del presidente Chirac, fue además el único candidato que encabezó los sondeos desde el inicio de la campaña electoral, donde se mostró como el único capaz de llevar adelante una «ruptura tranquila» con el estilo paternal del mandatario.
Autodenominado el «primer policía de Francia», Sarkozy, de 52 años, estuvo a cargo en 2002 de la cartera del Interior y luego volvió a ella en 2005, tras el fracaso del referendo de la Constitución Europea y la renuncia del primer ministro Jean Pierre Raffarin.
Sarkozy, hijo de un inmigrante húngaro, impulsó la ley de inmigración, aprobada en 2006, que endureció los requisitos para ingresar al país, con un carácter «selectivo», y dificultó la reunión de las familias de los extranjeros residentes en Francia.
También impulsó el otorgamiento a la justicia de instrumentos duros contra los delitos reiterados cometidos por jóvenes y propone juzgar a los que tienen entre 16 y 18 años como si fueran adultos.
Su actitud frente a los levantamientos en las periferias de París y otras ciudades, en noviembre de 2005, de ignorar las verdaderas raíces de la ira de los jóvenes y llamarlos «escoria», despertó el rechazo de distintos sectores y incluso empeoró la situación.
RUPTURAS
En 1976 se afilió al RRP (Reagrupación por al República), creado por Jacques Chirac, en 1988 fue elegido diputado nacional y desde 1983 a 2002 fue el alcalde de Neuilly-sur-Seine, vecino a París.
Sin embargo, la relación de privilegio que Sarkozy mantuvo con su mentor desde 1975 se rompió en 1995, cuando Chirac apoyó la candidatura de su rival en la interna partidaria, Edouard Balladur.
Luego de dejar atrás una conflictiva relación matrimonial -su ex esposa lo abandonó por otro funcionario- reinició su vida sentimental con una de sus secretarias y, pese al escándalo, esto terminó ayudando a su candidatura, ya que le permitió no abandonar la palestra en los medios de comunicación