En el caso de la norteamericana Small Lauren Frances, que denunció que estaba en el boliche Wasabi, en el paseo Balcarce, y que no recuerda nada hasta despertarse junto a un hombre en la cama de un motel, el ministro insinuó que la turista realizó una falsa denuncia.
“Se fue con una persona a un hotel alojamiento, tiene relaciones, se arrepiente y después hace la denuncia. No se puede decir que la violaron porque no hay signos que así lo indiquen” afirmó Troyano.
Al hablar de la visitante japonesa Uchiki Risako, que fue violada por un guía durante una excusión en Cafayate, opinó que fue víctima de “un exceso de confianza”. Tras relatar que el abusador le dijo que tenía que quitarse la ropa para cruzar un río y luego abusó de ella, consideró que el problema “parte en si uno cree o no en las costumbres que ofrece el guía de turismo”.
En su afán de culpar a la víctima opinó que “si voy a Japón y me dicen que para escalar el volcán de ahí me tengo que poner desnudo, optaré por hacerlo o no. Son cuestiones en las que por ahí la gente tiene un poquito de exceso de confianza cuando va a un país distinto”.
Para redondear su posición, agregó d una opinión autorreferencial: “si viajo a Estados Unidos y voy al famoso barrio Bronx (en Nueva York, conocido por su peligrosidad) a las tres de la mañana es probable que me pase algo malo también. Es parte de uno informarse sobre en qué lugares uno puede tener algún tipo de inconveniente”.
Cualquier extranjero podría deducir que Cafayate, Alto Molino o el paseo Balcarce son peligrosos como el Bronx, en boca del funcionario responsable de que esos lugares no sean famosos por su peligrosidad.
Fuente: El Tribuno Salta