Un hombre golpeó salvajemente e intentó asfixiar a su expareja pero el caso fue calificado como "lesiones leves"

El ataque se produjo hace casi dos años en el barrio San Martín. La víctima resultó gravemente golpeada acusando hematomas en la espalda y el pie derecho, como también excoriaciones en codo izquierdo. El agresor intentó asfixiarla introduciéndole la cara en la arena. La mujer tuvo 30 días sin trabajar producto de las lesiones. El caso fue calificado como "lesiones leves" y mañana se conocerán los alegatos finales.

Hace casi dos años, una mujer sufrió una brutal golpiza y casi fue asfixiada por su expareja en el barrio San Martín. Los ataques fueron tan graves que la víctima no pudo ir a trabajar durante 30 días. Sin embargo, el caso fue calificado como “lesiones leves, agravadas por ser contra la persona con quien mantuvo una relación de pareja y por mediar violencia de género”. Es que según la Justicia, las lesiones no pusieron en riesgo la vida de mujer.

En este marco, la cuarta audiencia contra el imputado, A.D.N., se realizó ayer en la Oficina Judicial donde brindaron testimonio la madre de la víctima, una profesional del Servicio de Asistencia a la Víctima del Delito (SAVD) y un profesional en psicología del Equipo Técnico Interdisciplinario (ETI) del Juzgado de familia.

También se incorporó por lectura la prueba documental del caso y mañana, a las 8:30, se concretarán los alegatos finales de las partes.

El tribunal unipersonal de debate fue integrado por el juez penal Alejandro Soñis, mientras que María Laura Blanco representó al Ministerio Público Fiscal. En representación de la hija del imputado y la víctima estuvo presente la asesora de Familia, Carolina García, y la representación del agresor fue ejercida por el defensor público Ariel Quiroga.

UN NARCISISTA

La madre de la víctima fue la primera en brindar testimonio, pero fue reticente a contestar sobre la situación juzgada.

Luego se escuchó la palabra de una trabajadora social del SAVD que intervino en guardia en enero de 2017, por solicitud de la Fiscalía, para implementar el Protocolo de Violencia familiar. El mismo arrojó un riesgo alto para la víctima, por lo que la trabajadora social recordó que solicitó a la funcionaria de fiscalía medidas de protección para que la víctima pueda retirar su documento y quedarse en casa de su madre con su hija.

En la entrevista estaba golpeada y tenía que ver a un médico para constatar las lesiones. Estaba inmersa en un círculo de violencia y tenía imposibilidad de generar conductas de autoprotección. Es que la mujer explicó que se había separado recientemente de su expareja, quien incumplió una prohibición de acercamiento y había realizado graves amenazas de muerte.

El último testigo fue un psicólogo del ETI quien describió que en la entrevista el imputado sostuvo que estaba privado de su libertad y eso “condiciona el discurso de una persona” minimizando la situación.

En la entrevista mostró un discurso narcisista y en ningún momento nombró a su hija. Respecto a la no presentación de la víctima a la entrevista, el profesional sostuvo que “la ambivalencia entre hacer la denuncia y luego no presentarse es un indicador de que efectivamente es una víctima”.

GOLPES Y ASFIXIA

La agresión ocurrió el 15 de enero de 2017, a las 17, cuando A.D.N. se encontraba en su domicilio del barrio San Martín y se presentó su expareja para llevarse a la hija de ambos.

Según la Fiscalía, el agresor le pidió a la madre de su hija que le vaya a comprar una cerveza y ante la negativa tomó un envase de vidrio vacío e intentó golpearla con el mismo en la cabeza. El ataque no pudo llevarse a cabo ya que la víctima sujetó su mano, pero el imputado comenzó a golpearla en la cara y en la cabeza, y cuando ésta cayó al suelo aprovechó para propinarle golpes en la espalda con un caño macizo. No conforme, la tomó del pelo y le introdujo la cara en la arena intentando asfixiarla.

La víctima logró escaparse del lugar junto a su hija hasta que fue asistida por un hombre en Granaderos y Rivadavia. Los golpes determinaron que la mujer acusara un hematoma de 3 centímetros en el lado izquierdo de la espalda, otro en dorso del pie derecho y excoriaciones leves en el codo izquierdo por lo que estuvo con un tiempo de incapacidad laboral durante 30 días.

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