Una biografía retrata genio y figura del gran Leonardo Da Vinci

Cobra una especial relevancia en el libro la mención a los escritos personales de Leonardo, reunidos en 130 cuadernos de varios miles de páginas que comenzó a los 30 años, y en los que no escribió sobre su vida personal, sino acerca de las disciplinas que despertaban su interés.
En "Leonardo da Vinci", el escritor de origen tunecino Serge Bramly traza una apasionante biografía del gran artista que, nacido como hijo bastardo, llegó a ser pintor, escultor, inventor, arquitecto, anatomista, filósofo y urbanista convirtiéndose en un adelantado a su tiempo cuya figura siempre vuelve al presente a través de la trascendencia de sus obras.
El libro editado por El Ateneo abre con la descripción de un autorretrato que Da Vinci realizó en su vejez, según el autor, trazando rasgos que son una síntesis de su genio, su personalidad y la belleza física de la que estaba dotado.
"Escrutó los rasgos gastados del anciano en el que se había convertido, como si fueran los de un extraño... Leonardo hizo un análisis de su vida. Las arrugas, los pliegues, la carne hundida que dibujó y constituyeron una suerte de balance", dice Bramly respecto del dibujo que se conserva en la Biblioteca Real de Turín y que, a su entender, "debe incluirse entre sus obras maestras".
En una suerte de configuración del perfil físico y psicológico de Da Vinci, la obra también cita descripciones que hicieron contemporáneos del artista, las cuales permiten al lector visualizarlo en su paso por las calles del Renacimiento como "un sabio antiguo".
Cobra una especial relevancia en el libro la mención a los escritos personales de Leonardo, reunidos en 130 cuadernos de varios miles de páginas que comenzó a los 30 años, y en los que no escribió sobre su vida personal, sino acerca de las disciplinas que despertaban su interés: bosquejos de dibujos, nombres de médicos y arquitectos, hasta conjugaciones verbales.
Esos cuadernos revelan que tenía más de 50 ocupaciones más allá de las artísticas, entre otras "geología, óptica, acústica, música, matemática, anatomía, armamento naval, botánica, movimiento y gravedad", que estudiaba como si dispusiera de un tiempo infinito.
El libro también aborda el origen bastardo de Da Vinci, quien nació de una aventura amorosa que su padre mantuvo con una campesina o sirvienta de una posada de quien habría heredado su belleza física y con quien sólo habría convivido hasta los cinco años, porque luego fue llevado a vivir con la familia del padre, lo que aparece como uno de los hechos conflictivos en su vida.
Fue justamente su padre quien no contrarió la vocación de Leonardo y quien en la ciudad de Florencia lo ubicó como aprendiz en el taller de arte de Andrea del Verrocchio, cuya figura, según Bramly, no fue suficientemente reconocida a lo largo de la historia, ni como artista ni en sus trabajos de ingeniería, escultura y fundición de metales.
Fue a través de Verrocchio que Da Vinci llegó a trabajar artísticamente para los Médici, una familia de comerciantes y banqueros que manejaba la política toscana y que le encargó una gran cantidad de obras.
Para configurar la personalidad de Da Vinci Bramly abreva en la obra de Sigmund Freud, quien sentía una gran admiración por "su insaciable sed de conocimiento" y en 1910 publicó el libro "Un recuerdo infantil de Leonardo da Vinci", donde aborda la sexualidad del artista y sus sentimientos hacia la madre, que habrían derivado en su supuesta homosexualidad.
Este rasgo es encarado además a través de los análisis de dibujos y cartas que le envió a un hermanastro, en las que evidencia su inclinación homosexual, el rechazo al acto sexual y a tener descendencia.
Aspectos oscuros de la vida de Da Vinci aparecen en esta profusa biografía, como una acusación de sodomía que pesó contra el artista -"aprendiz de orfebre y, al parecer, notorio prostituto- y otros jóvenes que vivían en la casa de Verrocchio.
Un lugar especial ocupan las hipótesis sobre los orígenes y destino del retrato de La Giocconda, obra que aún hoy concita interrogantes acerca de quién fue la modelo.

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