“Quería que siga en la lucha para recuperar a mi hijo”, aseguró el padre del niño a El Patagónico. En su caso, él no puede verlo desde hace más de un año.
“Así como estaba impedido yo de poder ver a mi nene por esta Justicia mediocre, mi mamá se fue sin poder verlo”, añadió el hombre, afectado por la situación, mientras responsabiliza “indirectamente” el deterioro de la salud de su madre a las autoridades del Juzgado de Familia Nº2 de Comodoro.
Es que el hecho de no poder tener contacto con su nieto por más de un año fue un padecimiento para la mujer y afectó su salud. Tenía 54 años cuando falleció.
“Hasta que llegó la ambulancia pasó 1 hora y 45 minutos. Me tocó verla morir en manos de los paramédicos”, detalló F., quien por su parte hace más de un año viene litigando en los tribunales de Familia para recuperar a su hijo, del cual no tiene noticias.
“Mi mamá hizo todos los papeles con el tema de mi hijo para poder verlo. Fue la gestora porque yo estoy directamente ignorado por la Justicia. Por un decreto que desconocía, rigen los derechos de los abuelos y mi madre presentó una cantidad de papeles que fueron ignorados también por el Juzgado Nº2, a cargo de la jueza Guillermina Sosa”, denunció.
El hombre perdió el vínculo hace más de un año con su hijo por una denuncia enmarcada en violencia familiar. “Es una denuncia falsa que demostré que es así”, sostuvo F. “Con todos los peritajes que me hicieron, porque supuestamente fui violento, pero a ella (su ex y denunciante) no le hicieron nada, pese a que yo lo pedí porque pude demostrar que era una denuncia falsa. Tuve testigos de que lo que ella dijo era mentira. Fui víctima de denuncias falsas”, insistió.
EL ROL DE DEFENSORIA Y DEL EQUIPO INTERDISCIPLINARIO
Pese a que la Defensoría General, ubicada en la calle Sarmiento al 400, es un organismo público para brindar asesoramiento a quienes por motivos económicos no pueden costear un abogado particular para este tipo de situaciones, desde allí “poco y nada se hace; es más, dilatan los procesos”, según el padre.
“Me encontré con tres abogadas que no me brindaron ningún tipo de ayuda y dilataron tanto los procesos que de lo que yo podía hacer, dentro de los tiempos acordes a la Justicia, nunca fui anoticiado”, aseveró y “terminaron favoreciendo a la mamá de mi hijo con todo esto. Fui entrevistado solo la primera vez por el famoso ETI (Equipo Técnico Interdisciplinario)”.
“La única abogada de Defensoría que me asistió y dio una mano fue una consejera que no podía representarme por la suma de casos que tenía en ese momento. Somos unos 25 padres y madres que pasamos, exactamente, por la misma ineptitud de las autoridades que nos representan a través de Defensoría cuando los nenes están en proceso judicial”, continuó.
“Cobran un sueldo por brindarnos una ayuda que no nos brindan”, aseguró. “Estamos todos con situaciones muy parecidas y de esos 25 padres y madres, 20 más o menos están con la misma jueza y las abogadas Liliana Silva y Matilde Cerezo”, señaló.
“No solo están sobrepasados (de casos), sino que los eligen para justificar un sueldo por algo que deberían estar haciendo y que no hacen”, acusó.
“Mi mamá hizo un último intento por querer hablar con la madre de mi hijo y estimamos que a partir de ese momento empezó a desmejorar en la salud; tuvo dos recaídas y me tocó verla morir en manos de paramédicos” dijo F.
“Ella quería que siga en la lucha por recuperar a mi hijo. Sabía que venía haciendo las cosas bien. De todo lo que hablo, tengo pruebas. Lo único que quiero es ver a mi hijo; quiero que mi caso se haga visible”, insistió.
“Queremos que se revean los casos. Hay un papá que hace 9 años no ve a su hija; otro papá casi cuatro; y otro hace tres años. De ser necesario, que se aparte a las autoridades que son inoperantes como estos jueces”, finalizó.