“Por día sacamos dos o tres ratas por patio. Ya no podemos seguir viviendo así con el temor de que pueda pasar algo grave”. Las palabras eran de Claudia Miranda pero se repetían en cada uno de los vecinos del barrio El Mirador de Rada Tilly. Es que desde noviembre los habitantes del sector conviven con una invasión de ratas que los mantiene en vilo.
Cansados de no obtener respuestas, ayer decidieron movilizarse hasta la rotonda de ingreso para exigir que se cierre el basural y terminar con los roedores. También comenzaron a juntar firmas para entregar un petitorio al Concejo Deliberante y que se gestionen acciones para terminar con esta problemática.
En diálogo con El Patagónico, Miranda cuestionó las medidas de la Municipalidad de Rada Tilly como la limpieza de patios y colocación de cebos porque no han dado resultados. “Por un lado están poniendo veneno, pero por otro las siguen alimentando porque el basural que está desbordado”, criticó.
“La idea es que el municipio comience a trabajar otro tipo de tratamiento de residuos sólidos urbanos porque los iglúes que colocan no están alcanzando. Hoy separamos el cartón, el plástico y el vidrio, pero la basura orgánica va a parar al basural. Ahí es donde comienzan a reproducirse las ratas”, detalló.
La vecina aseguró que las ratas tienen un tamaño de 30 centímetros por lo que deben comprar cebo para poner en los cercos y en los techos, que son los lugares más comunes por donde entran a las viviendas.
CONOCER AL ENEMIGO
La situación es caótica para quienes habitan en el barrio El Mirador. Es por eso que uno de los vecinos realizó una aplicación para teléfonos celulares que permite conocer el desplazamiento de los roedores. “Observamos muchísimos en El Mirador, en Altos de la Villa y a medida que va bajando se va disminuyendo la cantidad de ratas pero al costado de la laguna e inclusive en la primera avenida podemos ver que hay algunos. Esto es una invasión”, consideró Miranda.
Una de las acciones que se realiza contantemente es la limpieza de patios y de viviendas que no se encuentran habitadas pero los habitantes del sector cuestionan que deben limpiar parte del cerro teniendo un costo alto. “Nosotros tuvimos que poner entre 2.500 y 3.000 pesos por cada patio que limpiamos. A eso hay que sumarle las bolsitas de arena que nos cuestan 700 pesos cada una y nos dura una semana”, describió.
Ante esta situación, pidieron “acciones concretas y efectivas”. “El basural es tan grande como el que era de Comodoro. Dicen que le pedirán a Comodoro llevar los residuos a la Planta de Tratamiento pero por ahora nosotros seguimos igual. Es una cuestión de salud, la orina de la rata es sumamente peligrosa. Lo único que queremos es vivir en tranquilidad”, finalizó.