Volaron un cajero del Banco Chubut pero no se pudieron llevar el dinero que contenía

Sucedió durante la madrugada de ayer. Dos delincuentes hicieron explotar el cajero automático de la sucursal del Banco Chubut del barrio Industrial, pero no pudieron llevarse el dinero. El 7 de diciembre de 2014 ya habían intentado hacer explotar el mismo aparato, pero aquella vez el gas no se acumuló en su interior. Ayer introdujeron una manguera de gas por un agujero que perforaron con una maza y un cortafierro. Uno de los delincuentes abrió la válvula de salida de gas de una pequeña garrafa de 3 kilos y el otro se ubicó a unos doce metros con una mecha que accionó con una batería de moto. El cajero voló, pero no pudieron abrir las cajas de dinero y escaparon en un vehículo.
A las 0:42 de ayer dos delincuentes encapuchados volaron uno de los 26 cajeros automáticos que el Banco Chubut tiene en Comodoro Rivadavia. Fue en el dispensador de dinero de la sucursal del barrio Industrial, ubicada en Hipólito Yrigoyen 2960.
Los dos ladrones actuaron con sus rostros cubiertos para no ser identificados por las cámaras de seguridad que registraron cada uno de sus pasos. Uno barreteó la ranura de dinero y luego con una maza y un cortafierro perforó un orificio del tamaño necesario para introducir por allí una manguera negra que conectaron a una pequeña garrafa, de color naranja, con 3 kilos de gas envasado.
Mientras tanto, el otro se encargó del detonador. El cable lo llevó desde el interior del cajero hasta la vereda y se colocó contra la pared debajo de la cámara externa. Desde unos 12,5 metros acercó los cables "pelados" a los bornes de una pequeña batería que llevó hasta allí en una bolsita y accionó la chispa necesaria para dar nacimiento así a una acción delictiva poco habitual en el país. Se trata de un modus operandi perfeccionado en Chile, pero que en Argentina sólo ha tenido dos atracos exitosos.
Con la acumulación de gas en el aparato, y la chispa que dio la batería, el cajero explotó. Una vez que voló, los delincuentes volvieron a ingresar. El humo cubrió toda la escena. Los roba-cajeros fueron por su premio mayor, sacar los cartuchos metálicos con dinero en su interior, pero el primero que intentaron quitar quedó trabado. Tampoco lo pudieron abrir, por lo que se fueron con las manos vacías ya que el tiempo corría y en cualquier momento llegaba la policía.
Con el sistema de alarma activado, los delincuentes escaparon en un vehículo calle abajo por la colectora de la Yrigoyen. En el lugar abandonaron todas las herramientas que utilizaron. El cable-mecha con la batería, la maza, el cortafierro, y la garrafa de cámping, todos elementos que luego fueron secuestrados por la Policía Científica. La explosión destrozó los techos, los paneles del edificio y provocó un incendio en el lugar que debió ser sofocado por los Bomberos Voluntarios.

ALERTA
Uno de los que alertó a la policía fue un hombre que pasaba por el lugar. Una versión indicaba que había una mujer herida en el lugar, pero la misma fue rápidamente descartada. Se preguntó en los hospitales, pero solo había sido una confusión.
En el horario en que se generó la explosión del cajero, todavía no concluía el partido de fútbol de la selección argentina frente a la de Bolivia por la Copa América.
Los ladrones no se llevaron ni un peso, así lo confirmó una de las encargadas de la sucursal del Banco a El Patagónico, único medio periodístico que trabajó en el lugar apenas ocurrido el intento de robo.
El comisario Mariano Angel, jefe de la Seccional Tercera, se hizo presente en el lugar y le dio intervención a personal de la Brigada de Investigaciones para realizar las primeras averiguaciones.
Ayer los investigadores procuraban identificar a los autores del intento de robo con los registros de las cámaras de seguridad que les entregó el Banco Chubut desde su área Seguridad Bancaria.
Según un comunicado del banco, los daños en "la mampostería, techo, puerta de chapa y equipo de comunicación, afectó el normal funcionamiento de la sucursal de barrio Industrial y el habitual servicio a nuestros clientes durante el día de hoy (ayer)". El humo de la explosión y el incendio llegó incluso hasta las dependencias contiguas del taller de la empresa "Rectificaciones Rivadavia".

la MISMA MANIOBRA QUE
HACE dieciocho MESES
Ya el 7 de diciembre de 2014 tres delincuentes realizaron la misma maniobra en el mismo cajero, también a la madrugada, sobre la 1:30. Todos estaban encapuchados. Dos de ellos se dirigieron directo a la boca dispensadora de billetes de aparato y un tercero se quedó en la puerta. Los de adentro golpearon con una maza y un cortafierro. Buscaron perforar un agujero, pero no lo lograron. Uno golpeó varias veces y luego se turnó con su compañero. Introdujeron la manguera de una garrafa de gas en la ranura ante la imposibilidad de perforar la chapa y abrieron la válvula. Otro extendió el cable detonador por el piso y lo sacó hacia el exterior. Los golpes ya habían activado el sensor de la alarma.
A uno de los delincuentes se lo notaba nervioso y molesto. Gritaba y discutía. Levantaba los brazos hacia la cámara de seguridad. El tercer integrante de la banda, "el campana", dio aviso de que un patrullero se acercaba y entonces escaparon.
Se llevaron todo, y en el lugar sólo quedó un penetrante olor a gas. Es que como el gas no se acumuló en el aparato no pudieron hacerlo volar.
Por esos días había llegado el dato a los investigadores de que "venía" un avezado delincuente procedente de Chile a "hacer un cajero". Puede ser que ayer a la madrugada los mismos individuos intentaron repetir la maniobra en un cajero que está alejado, sin vecinos cerca y en un lugar no muy transitado en ese horario.

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