Demolieron dos casas y desalojaron a la familia Nieves en el Quirno Costa

Una ordenanza municipal habilitó a la Secretaría de Seguridad para derribar las precarias viviendas construidas por la familia Nieves en un terreno usurpado, ubicado frente a la feria La Saladita. Mujeres y niños se interpusieron ante las máquinas viales y el personal que no pudo retirar el material. Hubo amenazas contra los funcionarios.
Más de seis horas demandó el procedimiento para desalojar a la conflictiva familia Nieves, algunos de cuyos integrantes en los últimos años se vieron involucrados en innumerables conflictos. Incluso, producto del ataque a tiros que recibió ese domicilio el 8 de diciembre de 2015, una bala penetró en una vivienda vecina y terminó con la vida de Anahí Copa, una joven que amamantaba a su bebé.
Los habitantes de ese sector del barrio Quirno Costa expresaron su malestar por los continuos conflictos desatados por dicha familia con denuncias ante las autoridades municipales.
Entonces, desde la Secretaría de Seguridad decidieron dar cumplimiento de la ordenanza 10.417/12 que reglamenta el uso y las condiciones de ocupación de tierras fiscales en el ejido municipal. Se trata de "los dos aguantaderos que hace tiempo los vecinos reclamaban", puntualizó el subsecretario Héctor Quisle a El Patagónico.
Según el funcionario, los Nieves estaban instalados en forma irregular y la ordenanza los faculta para realizar el levantamiento de viviendas. Las mismas estaban construidas de chapa y madera.
El operativo se inició a las 10 cuando no había ocupantes en el lugar, dado que solían juntarse en forma esporádica y no residían en forma permanente, indicó Quisle. Se pidió la colaboración de la policía de la Seccional Cuarta que posee jurisdicción, pero el segundo jefe a cargo de la dependencia, Martín Guajardo, se negó a enviar personal porque el operativo "no se ajustaba a derecho, debido a que había una familia residiendo con niños".
Además puso en conocimiento a sus superiores de la Unidad Regional, quienes autorizaron el envío de personal de la división de Infantería y la Seccional Séptima. Con una máquina retroexcavadora se derribaron las dos casas que tenía conexiones clandestinas de electricidad y gas.
"Las redes de gas estaban realizadas con mangueras plásticas, esto era un verdadero peligro para todos los que viven en los alrededores", graficó el subsecretario de Seguridad.
En horas del mediodía "se vivieron momentos de tensión porque los Nieves acompañados de otras personas impidieron el ingreso de las máquinas para proceder al retiro de materiales", describió el funcionario. Una mujer y al menos siete niños se interpusieron entre las chapas rotas y las máquinas.
Ante ello los operarios realizaron el desmonte a mano, retirando maderas y chapas de las pequeñas casilla que había en el lugar. Además de materiales de construcción y escombros sólo se encontraron equipos de energía, pero nada que dé cuenta de que el lugar era habitado.

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