Los hermanos Llantén fueron beneficiados con domiciliaria

Los hermanos Gustavo y Axel Llantén finalmente obtuvieron el arresto domiciliario que venía reclamando su defensor. Así se resolvió ayer durante la audiencia de revisión que se realizó por el vencimiento de la medida de coerción. Se trata de los imputados por el homicidio del limpia vidrios Diego Gustavo Soto, ocurrido el 25 de diciembre.
La medida de coerción que le fuera dictada a los hermanos Gustavo y Axel Llantén se encontraba vencida y por tal motivo el abogado particular Guillermo Iglesias solicitó el martes, a través de un escrito, la libertad de sus defendidos. No obstante se fijó una audiencia de revisión para ayer y en ese acto se discutió la medida de coerción.
La audiencia fue presidida por el juez natural de la causa, Miguel Ángel Caviglia, mientras que el Ministerio Público Fiscal estuvo representado por la funcionaria Verona Dagotto, quien pidió el mantenimiento de la prisión preventiva hasta el 5 de junio, tal como la vienen cumpliendo desde que se produjo la detención, puesto que restan producirse medidas de prueba.
En tanto, el defensor reclamó la libertad o caso contrario que se haga lugar al arresto domiciliario en el domicilio que fue consignado en el informe socio ambiental que oportunamente fue puesto a consideración del juez natural.
Tras analizar las posturas de las partes, Caviglia resolvió morigerar la medida de coerción que vienen sufriendo los imputados y dictó su arresto domiciliario hasta el 5 de junio, entendiendo que los peligros procesales de fuga y entorpecimiento ya no tienen la misma fuerza que en la audiencia de control de detención. A su entender se puede cautelar el proceso con la permanencia continua en el domicilio.

EL CASO

Hay que recordar que el homicidio de Diego Gustavo Soto (29), un indigente que solía limpiar vidrios de autos en distintos semáforos de la ciudad, tuvo lugar el 25 de diciembre del año pasado.
La Fiscalía sostiene que ese domingo la víctima fue interceptada por Gustavo Orlando Llantén (22) y Axel Rodrigo Llantén (20), a las 8:50 de sobre la esquina de 13 de Diciembre y Ameghino, frente a la sede de la Confederación General del Trabajo (CGT).
Lo corrieron y buscando resguardarse del ataque Soto ingresó hasta el fondo del patio de una vivienda de la calle 13 de Diciembre a cuyos propietarios conocía. Sin embargo, los imputados lo siguieron y una vez que lo alcanzaron, ya arrinconado entre las casas y dos vehículos estacionados, lo agredieron con golpes de puño.
Soto además recibió cinco puñaladas; una en la pierna derecha y las restantes en el torso con la mala fortuna que una de las heridas penetrante le afectó la vena aorta y falleció a los pocos minutos. En medio del ataque el dueño de la casa observó a los agresores que ya tenían reducido al limpiavidrios en el piso y les golpeó la ventana, logrando así que estos se fugaran.
A todo esto, minutos antes, un oficial de policía que arribaba en vehículo a su vivienda, ubicada en el sector de La Loma, observó cuando las tres personas discutían. Luego el efectivo, que se convirtió en el testigo clave del homicidio, observó a los dos hombres que posteriormente serían detenidos con remeras de color blanco manchadas de sangre.
Los hermanos Llantén y el oficial se cruzaron en la puerta del edificio donde residen, frente a la escena del crimen. De acuerdo al relato fiscal, uno de ellos le recriminó al policía: "vos que haces acá" y el efectivo le contestó que residía en ese lugar. En ese momento los sospechosos ingresaron al edificio y le cerraron la puerta en la cara.

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