A partir de hoy, los clubes profesionales verán eliminados sus beneficios impositivos y enfrentarán un drástico aumento en sus contribuciones a la seguridad social, lo que los obligará a pagar casi el doble en aportes patronales.
La medida se oficializó a través de la Disposición 16/2025 del Ministerio de Capital Humano, publicada este lunes en el Boletín Oficial. Esta normativa pone fin al Régimen Especial de Seguridad Social para el fútbol profesional, estableciendo un nuevo esquema que impactará directamente en las finanzas de las instituciones deportivas.
Implementada por la Subsecretaría de Seguridad Social, la disposición establece que los clubes dejarán de tributar la alícuota reducida del 7,5% y pasarán a aportar un 13,06%. Además, se les impone una contribución extra del 5,56% durante los próximos doce meses para compensar un supuesto "déficit acumulado", llevando la carga total al 18,62%.
Este régimen especial había sido una herramienta para aliviar la situación económica de los clubes desde su creación en 2003 (durante el gobierno de Eduardo Duhalde), aunque fue derogado brevemente por Mauricio Macri en 2019 antes de ser reestablecido por Alberto Fernández en octubre de 2023.
El Gobierno justifica esta decisión en su objetivo de achicar el gasto público, argumentando que el régimen anterior generaba una pérdida de recaudación cercana a los $20.000 millones anuales.
Esta ofensiva fiscal se suma a un historial reciente de tensiones entre el oficialismo y la AFA. A pesar de que en mayo pasado la entidad futbolística logró una medida cautelar para frenar la derogación del régimen, el Gobierno avanzó con esta nueva normativa que lo deja sin efecto.
El anuncio llega justo días después de la reelección de Claudio "Chiqui" Tapia al frente de la AFA y en medio de un ríspido cruce público entre el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, y el vicepresidente de la entidad, Pablo Toviggino.
La postura del gobierno de Milei, que también impulsa la figura de las Sociedades Anónimas Deportivas (SAD) para permitir el ingreso de capitales privados al fútbol, refuerza la confrontación con el modelo tradicional del fútbol argentino. La suba de aportes representa un golpe significativo para clubes que ya se encuentran en un delicado equilibrio financiero, anticipando que esta disputa promete seguir escalando tanto en los tribunales como en el ámbito político.