El hecho se produjo miércoles por la madrugada y fue advertido por el director del establecimiento 783, Ariel López, que detalló a Radio 3 que cerca de las 5.30 se percató de que en la vivienda, lindante al establecimiento, no contaba con luz ni gas.
A partir de esto verificó los medidores y corroboró que les habían cortado ambos suministros. Restableció los servicios e inspeccionó la escuela.
“En el sector este, que va a las aulas, siento olor terrible a gasoil y me fijo en la puerta de salida y había gasoil adentro de la escuela, cerca de 1,5 m de charco”, detalló.
Convocó entonces al personal policial y se constató que por fuera había un cigarrillo y más gasoil. “Agarraron un bidón con gasoil, rociaron toda la puerta, tiraron hacia abajo y quisieron prender fuego con un cigarrillo”, denunció.
El trabajador de la Educación repudio lo sucedió y sentenció que “esto fue un hecho vandálico, quisieron prender fuego la escuela y es un atentado contra una institución y una familia”.
Agradeció que la situación no hubiera pasado a mayores ya que “una chispa prende todo y podría haber sido una gran catástrofe”.
“Quisiera dejar en claro que esto fue un atentado contra la institución educativa. Necesitamos respuestas porque no puede quedar impune; esto es condenable y no se puede repetir, menos en este pueblo porque es chico”, enfatizó.
Evaluó que ante esto, “ahora se tendrán que reforzar muchas cosas”, y por ello “pido a las autoridades que esto no quede acá porque yo no voy a dejar que esto quede como una anécdota”.
“Esto fue un atentado que gracias a Dios no pasó a mayores”, reitero y solicitó a las autoridades medidas de prevención para evitar nuevas situaciones de estas características.