El descubrimiento de petróleo en Neuquén fue gracias a otra hazaña de Enrique Hermitte

Tuvieron que llevar equipos con bueyes y ante la falta de mano de obra, el Estado autorizó el trabajo de un grupo de presos. Así pudieron dar con el hidrocarburo el 29 de octubre de 1918. En el libro Petróleo y Colonización, un grupo de profesionales vinculados a la industria hidrocarburífera repasa la historia de la Cuenca Neuquina y sus características técnicas.
El hallazgo clave para la industria petrolera del país fue el 13 de diciembre de 1907, cuando del Pozo 2 surgió hidrocarburo en Comodoro Rivadavia, ciudad que fue declarada recién este año Capital Nacional del Petróleo. En la actualidad todas las miradas están sobre Vaca Muerta que ya es sinónimo de Cuenca Neuquina. En la provincia de Neuquén el descubrimiento fue mucho después. Sucedió en Plaza Huincul, el 29 de octubre de 1918.
"Tráigame una damajuana con petróleo del pozo de Plaza Huincul y crearemos otra explotación de petróleo como la de Comodoro Rivadavia", fue la frase del ingeniero Enrique Hermitte cuando se iba de la zona con todo preparado para la exploración. El doctor Juan Keidel venía trabajando desde 1913 en Neuquén y aconsejó hacer el pozo en Plaza Huincul y en 1915 llegó una perforadora Fauck bautizada "Patria".
"Petróleo y colonización" es el nombre del libro publicado en 2013, por medio de Editorial Dunken, que relata buena parte de la historia el petróleo neuquino desde una mirada histórica y también técnica.
"No existía, por ese entonces, paradero ferroviario alguno a la altura de Plaza Huincul. Por eso, las operaciones de descarga debieron realizarse en la estación Challacó, a 22 kilómetros del lugar. Este trayecto debía ser salvado con medios primitivos, de tracción a sangre, y por malos caminos. Posteriormente fue celebrado un convenio con la empresa del ferrocarril, a fin de descargar los materiales a la altura del Km 1295, operación que era completada por carros tirados por bueyes y mulas", explican los autores.
"Otro de los problemas por resolver fue la falta de mano de obra para los trabajos iniciales. Este inconveniente fue superado cuando el gobierno de Neuquén facilitó 30 presos de la cárcel provincial, los que percibieron, en el caso, los jornales correspondientes", describen más adelante.
El libro involucró a profesionales que murieron como el ingeniero Héctor Miguel Giordano, seguido por el geólogo Edgardo Rolleri, el doctor Ernesto Mario Lombard, el ingeniero Eduardo Jorge Rocchi y Magdalena Rodríguez de Montanero. La finalización del libro quedó en manos de Daniel Badillo, Carlos Di Cugno, Héctor Mendiberry, Rodolfo Moreno, Armando París, Antonino Salleo, Horacio Scarpa, Federico Soufal, Gabino Velasco y Jorge Zumel.

CRUDO DE CALIDAD

El Pozo 1 de Plaza Huincul surgió por primera vez el 29 de octubre de 1918. El crudo fue llevado a analizar a Buenos Aires y resultó ser sin agua, de menor densidad que el de Comodoro. El petróleo neuquino tenía así un potencial más alto para convertirse en nafta, querosén y gasoil -tal como en la actualidad es el más demandado por las refinerías argentinas-.
"Hermitte repitió la hazaña de Comodoro Rivadavia. Organizó con relativa rapidez esta segunda empresa petrolera enviando tres máquinas perforadoras adicionales, con las que se perforaron en la misma pequeña estructura, hasta agosto de 1922, seis pozos de los cuales cinco resultaron productivos", repasan.

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