La intervención de OSPRERA, la Obra Social del Personal Rural y Estibadores de la República Argentina, bajo control del Gobierno de Javier Milei desde agosto de 2024, se convirtió en escenario de un nuevo escándalo de favoritismo y presunto conflicto de intereses. Según reveló InfoGremiales, una empresa recientemente creada por Sergio Aguirre —socio comercial de Martín Menem— consiguió un contrato millonario para brindar servicios de software a la entidad. La contratación incluye a la propia madre de Aguirre, Casandra, como “especialista”.
De acuerdo con fuentes internas y registros de reuniones virtuales, Casandra Aguirre participa con frecuencia en las videollamadas institucionales y se presenta habitualmente en las oficinas de la obra social. La firma que representa fue creada en 2024, el mismo año en que obtuvo el contrato con OSPRERA, lo que genera sospechas sobre su legitimidad y la transparencia del proceso.
La trama se profundiza con una reunión en Casa Rosada, fechada el 5 de julio de 2024, en la que participaron Virginia Montero, Sergio Aguirre y Eduardo Menem, semanas antes de que la intervención fuera oficializada. Aunque el interventor formal de OSPRERA es Marcelo Petroni, diversas fuentes afirman que Aguirre ejerce un rol de conducción informal: “No sólo tiene la voz principal en la toma de decisiones, sino que hasta le puso secretaria a Petroni. Recibe proveedores en oficinas privadas fuera del edificio de la obra social”, indicaron fuentes gremiales. Estas oficinas estarían ubicadas en la zona de Jorge Newbery al 1500, cerca del Hipódromo de Palermo.
Aguirre, médico de profesión, figura como socio de Martín Menem desde 2019 en la empresa TR NUTRITION SRL, dedicada a la venta de suplementos dietarios deportivos bajo la marca Trustein. Su ascenso en la estructura de OSPRERA fue impulsado directamente por Menem, presidente de la Cámara de Diputados y figura clave en el armado político de La Libertad Avanza.
La polémica emerge en un contexto de creciente preocupación por el manejo de las obras sociales intervenidas por el gobierno libertario, especialmente en lo que respecta a la administración de padrones de afiliados, designación de proveedores y falta de atención médica denunciada por afiliados en todo el país. Mientras tanto, los empleados de OSPRERA expresan su malestar por los cambios internos y el desmantelamiento de equipos técnicos.
Este nuevo capítulo en OSPRERA vuelve a poner el foco sobre las prácticas de nepotismo y privatización de funciones estatales en el entorno libertario, con epicentro en una de las instituciones sanitarias más grandes del país.