Fiscalía puso a disposición de la familia de Freytes el legajo de la investigación

La causa que instruyó el fiscal Marcelo Crettón fue puesta a disposición de los hijos de Aníbal Freytes, por lo que su abogado, Edgardo Hughes, revisará en detalle el legajo buscando una forma de pedir la reapertura de la causa a partir del descubrimiento de un elemento fundamental: los restos del ex concejal de Sarmiento. La ausencia del cuerpo había llevado en su momento a pedir el sobreseimiento de los tres procesados en la causa.
Ayer el fiscal jefe, Juan Carlos Caperochipi, al que se le renovó por un año más su cargo al frente de la Fiscalía local, confirmó a El Patagónico que se puso a disposición de la familia del ex concejal de Sarmiento, Aníbal Freytes, toda la documentación del caso que fue requerida.
Caperochipi sostuvo que designó a la fiscal Camila Banfi, integrante de la Sección Delitos Complejos de la Fiscalía, para que reúna toda la información necesaria del caso y la ponga a disposición de la familia, a través de su abogado, Edgardo Hughes.
A los hijos de Aníbal Freytes les entregaron un cráneo y cinco vertebras encontrados el 23 de diciembre de 2014 en la cantera 33 del yacimiento de Manantiales Behr por un maquinista. El resultado del ADN que se le realizó se dio a conocer 15 meses después, confirmando el 99,9 por ciento de paternidad con la hija del ex concejal y administrador del Hotel Residencial del Sur de Comodoro Rivadavia, quien estaba desaparecido desde el 8 de noviembre de 2012.
Cuando se hizo oficial el examen positivo de ADN de los restos hallados en 2014, los hijos de Freytes se mostraron sorprendidos al enterarse de que los tres principales acusados en el homicidio ya habían sido sobreseídos por el propio fiscal de la causa, Marcelo Crettón, por lo que no podían volver a ser juzgados.
Se trataba de la ex pareja de la víctima, Lidia Morelli, y dos huéspedes ocasionales del residencial ubicado en Maipú y Chacabuco: David Medina y Rocío Barrionuevo.

EL CASO
La investigación que se conoció en la formalización de la causa sostenía que el 9 de noviembre de 2012, alrededor de las 2 en el interior del residencial, Medina y Barrionuevo torturaron a Freytes a golpes y con una picana eléctrica.
Luego ocultaron malherido a la víctima, o ya posiblemente sin vida, en el depósito ubicado en la planta baja del edificio que Morelli administraba. Fue ella quien les impidió el paso a los policías cuando quisieron inspeccionar el lugar.
De acuerdo a la reconstrucción del hecho, alrededor de las 6 de ese mismo 9 de noviembre Freytes fue sacado del edificio y trasladado a bordo de un Fiat Palio, dominio BRI 056.
Ese vehículo fue divisado en la grabación de una cámara de seguridad callejera. Un oficial de la Brigada logró establecer que a esa hora el Palio se desplazó por Alsina de norte a sur en dirección a Yrigoyen. Por los indicios, Freytes había sido enterrado a 100 kilómetros de Comodoro –dato aportado en el inicio de la causa por la Brigada de Córdoba a raíz de lo que habría dicho Barrionuevo a una persona en esa provincia, donde fue detenida- hacia el noreste, no en dirección sur como creyeron los investigadores que orientaron la búsqueda en cercanías de Ramón Santos.
Además de los cabellos de Freytes encontrados en el auto sospechoso, y de las manchas de sangre halladas en las fundas del colchón en el hotel, el fiscal Crettón contaba con un testimonio fundamental que inclusive en rueda de personas reconoció a David Medina como una de las personas que estaba pegándole a Freytes esa noche.
Pero el fiscal que instruyó –y cerró- la causa se basó en los entrecruzamientos telefónicos, la falta de certeza absoluta de las posibles lesiones y agresiones proferidas presuntamente por Medina a Freytes y la ausencia del cuerpo de la víctima para pedir el 22 de mayo de 2013 el sobreseimiento de Morelli, Medina y Barrionuevo.
A su criterio, no existía razonablemente la posibilidad de incorporar nuevos elementos de prueba, ni fundamentos para requerir la apertura a juicio.
El 22 de agosto de 2013, la juez Margarita Pfister entendió que era procedente la petición del fiscal, teniendo en cuenta que había vencido el plazo acordado para agotar la investigación y que en su transcurso "no se había logrado conectar un plexo probatorio de la envergadura y seriedad necesaria como para acometer, con adecuado fundamento, contra el principio de inocencia que protege a toda persona perseguida penalmente".
Morelli actualmente está prófuga de la Justicia Federal por otra causa de trata de personas, mientras Medina y Barrionuevo en su momento regresaron a Córdoba y hoy su paradero es desconocido.
El abogado de los hijos de Freytes intentará ahora analizar los elementos probatorios que descartó Crettón; las vías de investigación que se podrían haber adoptado y a partir del hallazgo del cuerpo de la víctima, pedir la reapertura de la causa, una tarea para nada fácil ya que hay tratados internacionales a los que constitucionalmente se tendrá que adaptar. Los mismos dicen que una persona no puede ser juzgada dos veces por el mismo delito.

Fuente:

Notas Relacionadas

Dejá tu comentario

Las Más Leídas del Patagónico