Por las condiciones climáticas se cancelaron cinco vuelos y otros cuatro sufrieron demoras

La helada que afecta a la zona desde el domingo obligó a que en la noche del martes se cancelara el vuelo 1837 que debía viajar a Buenos Aires por engelamiento en las alas del avión. La suspensión marcó el inicio de otras cuatro cancelaciones y la posterior demora de dos frecuencias que debían llegar a Comodoro Rivadavia para luego retornar al aeroparque metropolitano. Cientos de pasajeros se vieron afectados, muchos de ellos pasando largas horas en la estación aérea, tal como le sucedió a Sara Spenik quien recién a la madrugada de hoy, tras 28 horas de espera, podría volver a su casa.
Sara Spenik esperaba en el mediodía de ayer acostada en el primer piso del aeropuerto General Mosconi. Cansada hasta de las sillas en las que estuvo sentada durante horas, la mujer aguardaba la reprogramación del vuelo 4.429, luego de que la compañía aérea LAN lo cancelara por las condiciones climáticas adversas.
Su esperanza era que hoy a la madrugada pudiera subir a un avión para volver a Buenos Aires, luego de una larga estadía en Comodoro Rivadavia, ciudad a la que solo iba pasar por unas horas tras visitar familiares en Puerto Deseado, Santa Cruz.
Sara fue una de las tantas pasajeras que ayer se vieron afectadas por las suspensiones y demoras que se produjeron en los vuelos que unen el aeropuerto General Mosconi con Aeroparque.
La mujer había llegado el martes a las 23 desde Puerto Deseado, pensando que cuatro horas más tarde despegaría el vuelo para llegar cerca de las 6 a Buenos Aires. Sin embargo, al mediodía aún faltaban más de 24 horas para que pudiera volver a casa.
En su caso la extensa demora se produjo porque la empresa de capitales chilenos tiene sólo una frecuencia diaria a esta ciudad, de madrugada, y no agregó una nueva nave o adelantó su viaje pese a las complicaciones.

DEMORAS Y SUSPENSIONES
Ayer al mediodía eran más de 100 las personas que como Sara esperaban novedades en la estación aérea, luego de que más de 60 pernoctaran en el aeropuerto. Muchos como ella aguardaban la reprogramación del vuelo o el horario para el cual habían sido reprogramados; otros en cambio, ya estaban por realizar el checking tras una larga jornada.
"Llegué a las 21 (del martes), tuve que estar toda la noche", explicó Carlos Sipolione, uno de los pasajeros que esperaba realizar el cheking y embarcar hacia Buenos Aires. "La verdad que es una situación que complica mucho, los que tienen familiares cerca se volvieron, pero yo tengo en Pico Truncado y me fue imposible. Muchos también se fueron a la confitería o se quedaron sentados en las sillas. Otra no quedó", contó el hombre que tras llegar a Buenos Aires iba a tomar un remis hasta Rosario donde vive.
Según pudo confirmar El Patagónico, fueron cinco los vuelos cancelados y otros cuatro sufrieron demoras.
Todo comenzó cerca de las 21:30 del martes, luego del arribo del vuelo 1.836 de Aerolíneas Argentinas.
Se detectó que las alas estaban congeladas, por lo que se decidió suspender el vuelo 1.837 que debía salir a las 22 con destino a Buenos Aires y que iba a llevar a Carlos camino a casa.
Es que la estación aérea local no cuenta con un equipo para engelamiento.
La suspensión encendió la alarma y de manera preventiva se decidió cancelar el vuelo 1.822 que debía arribar a las 2:22 y que regresaría como 1.823 a las 3:15. También el vuelo 4.428 de LAN que arribaría a las 2:34 y partiría como 4.429 a las 3:45.
Así los pasajeros que fueron llegando y no estaban informados se encontraron con esta desagradable sorpresa, tal como le sucedió a Alberto Rain y Marina.
"Yo tenía vuelo a las 3, iba a Buenos Aires, pero lo cancelaron por riesgo de congelamiento. Soy de Entre Ríos, laburo acá; queda esperar nomás porque son riesgos técnicos", explicó Rain, coincidiendo con Marina que debía volar a las 7:55 de ayer y esperaba hacerlo cerca de las 14.
Finalmente cerca de las 11, comenzaron a normalizarse las operaciones entre las estaciones aéreas. Primero con el despegue de la reprogramación del vuelo 1.837 tras 12 horas; y luego con el inminente arribo del vuelo 1.832 que debía llegar a las 7:15, pero arribó después de las 11:20, y el vuelo 1.830 que debía llegar a las 11:26 y aterrizó luego de las 13:30.
La demora de estas dos operaciones obligó a que también se retrasaran los dos posteriores despegues, por lo que solo quedó esperar.

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