“Teo” Nürnberg, el fotógrafo que recupera la historia en imágenes

Nació en 1931 y un año después llegó junto a su familia a Comodoro Rivadavia, donde descubrió su amor por la fotografía heredada de su padre. Sin embargo, todo cambió en 1986 cuando vio una imagen que lo invitó a recolectar fotos antiguas que son parte de la historia la ciudad. Desde entonces nunca paró y hoy conserva una colección de 4.000 copias que serán conservadas por el Archivo Histórico como testimonio de los primeros años de vida de la ciudad petrolera.

 Una imagen del archivo de su padre Félix, lo sumergió en un mundo sin salida. Era 1986 y el fotógrafo Teodoro Nürnberg, “Teo”, protagonista de esta historia, tenía 55 años y se encontraba de regreso en la ciudad donde vivió desde su primer año de edad. La fotografía mostraba una playa extensa, rodeadas de cerros y con un infinito mar que se perdía en el horizonte. Era un lugar desolado.

Años más tarde de tomada la imagen, allí nacería una de las ciudades más lindas de la Patagonia: Rada Tilly. “La foto era del archivo de mi padre. Era una ampliación de 30 x 40 y se la llevé al intendente (Pedro) Peralta de Rada Tilly. Le digo: ‘Pedro, mirá, ¿no querés comprar un terrenito?’”. ‘Esta foto es histórica’ me dijo”.

“Ahí se me prendió la lamparita y le digo ‘yo tengo muchas fotos que tu llamas históricas, son del archivo de mi viejo’”, agrega, sobre la imagen que lo introdujo a recopilar fotografías antiguas.

Así Nürnberg comenzó a recopilar fotografías, hasta juntar 50 rollos de 10 fotos en formato 6 x 7, lo que hoy constituye su archivo máster.

Fue recién en 1992 cuando este trabajo se conoció por primera vez, con una exposición que realizó en el antiguo local de la Ford. Allí expuso algunas fotografías antiguas, lo que repitió un tiempo después con otra exposición en el segundo local que la firma Berutti & Gosio tenía en la avenida San Martín. Sin embargo, sólo sería el principio.

En ese tiempo, Nürnberg dictaba clases en la Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco, en la carrera de Licenciatura en Comunicación Social. Allí fue donde el periodista y escritor Cristian Aliaga vio las fotografías y lo convenció de hacer un libro. Es que a Nürnberg se le había escapado un detalle: pedir los datos de cada imagen.

De esta forma, en autoría compartida con Aliaga y el periodista Andrés Cursaro, quien se encargó de la selección y realizar la investigación para contextualizar cada imagen, nació “Comodoro Rivadavia Años de Imagen, Fotografías 1900 -1940” publicado por Editorial Universitaria de la Patagonia en 1994.

El libro reproduce 86 imágenes de archivos procesados y ampliados, muchas de ellas pertenecientes al coronel Juan Carlos Bilbao quien colaboró con una importante cantidad de material.

También colaboraron Antonio Pereyra Mendonca, Eduardo Basujno, Carmen Gorch de Soetbeer, Miguel Kistifakis, entre otros, al igual que se tomaron imágenes originales de entidades públicas y privadas.

EL AVANCE DE

LA TECNOLOGIA

Nürnberg asegura que en estos 29 años ha realizado miles de horas de laboratorio para recopilar fotografías, trabajo que se ha ido agilizando con el avance de la tecnología y la expansión de la computación. Es que los primeros no eran nada fácil, y la labor requería compromiso y paciencia. “Yo antes veía una foto, le sacaba otra y tenía que sacar diez fotos hasta poder revelar todo el rollo. Lo revelaba, tenía el negativo, hacia una copia y se lo daba al que la quería o la archivaba”, detalló.

“Y si tenía una placa lo primero que tenía que hacer era un positivo, por el tamaño. Tomo la placa, le pongo un papel abajo, le pego un golpe de luz y tengo un positivo. Después lo fotografío para tener un negativo que pueda poner en mi ampliadora, y así puedo hacer las copias”, agregó,

“Te das cuenta el laburo, lo hice con unas 100 placas, trabaj´r años. Hice un cálculo, unas 9.000 horas de laboratorio”, aseguró recordando que todo cambió en 2006, cuando comenzó a trabajar con un escáner que le permitió agilizar el trabajo.

En la actualidad Nürnberg posee un archivo de 4.000 fotografías, con imágenes de 1901 en adelante, que retratan principalmente el centro de la ciudad y el crecimiento constante que modificó la fisonomía del poblado.

En 2014, la colección fue declarada de Interés Municipal mediante ordenanza. Además ya existe un compromiso para que sea parte del patrimonio del área de Archivo Histórico. Sin duda, su valor cultural e histórico es incalculable, por esta razón hay más de dos copias de todo el material.

“Tomamos precauciones para que esto no desaparezca. Esto es vocación, te metés y después no podés parar. Ahora tiene nombre, hasta ahora esta acá, pero yo quiero seguir forzando aperturas”, resumió el recopilador de este tesoro de la memoria, quien hoy brindará una charla en la apertura del Centro de Información Pública. 

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