Actividades en Esquel para celebrar el espíritu blanco

La nieve da un marco paisajístico único en la cordillera chubutense, y tanto Esquel como sus alrededores propone actividades para disfrutar de sus cascadas, lagunas congeladas, cabalgatas en la nieve, y el té galés.
Esquel a 596 kilómetros de la ciudad petrolera -lo que equivale a un poco más de 7 horas de traslado terrestre- es una de las paradas obligadas para quienes recorran la ruta 40.
La ciudad descansa sobre un verde valle cordillerano en la zona occidental de la provincia del Chubut y como sellos distintivos de turismo tiene a "La Trochita" y "La Hoya", pero las actividades invernales ofrecen la posibilidad de redescubrir este destino más allá del viejo expreso patagónico o del esquí y el snowboard.
La ciudad está enclavada a orillas del río Esquel y abrazada por los cerros La Zeta, El 21, La Cruz y Nahuel Pan cuyas laderas rondan entre los 200 y 500 metros de altura con respecto a la ciudad. A las mismas se pueden acceder con facilidad y disfrutar de las panorámicas que ofrecen en sus seis propuestas de senderos periurbanos, cada una generando una experiencia memorable diferente.
Por su lado, La Reserva Natural Urbana La Zeta a tan solo 4 kilómetros de la ciudad, es una de las pocas en su tipo que hay en la Argentina y que constituye uno de los paseos más bellos del city tour. "Nuestro Patio", como identifican los esquelenses a esta hermosa Reserva, se puede llegar en automóvil, en bicicleta o bien caminando, para deleitarse con semejante paisaje y del avistaje de la flora y fauna del lugar.
Asimismo el paseo de 12 kilómetros hasta La Hoya, impacta al turista con sus increíbles paisajes en su recorrido sinuoso, y en la Curva de los Guanacos es posible sorprenderse con estos camélidos que custodian el lugar.

A CABALLO POR LA NIEVE
Sin necesidad de contar con experiencia previa, trepar el cerro Nahuen Pan cubierto de un manto blanco, es para los principiantes una de las experiencias más sorprendentes en la Patagonia Andina, y para los más experimentados una aventura cargada de diferentes sensaciones por estos paisajes.
Los guías encuentran para cada ocasión, los senderos apropiados para que el paseo deje una huella imborrable en la retina del turista, mientras comparten anécdotas e historias de lo que significaba y significa la vida en el campo en estas latitudes.

TURISMO RURAL A UN PASO
Apenas a 15 kilómetros de Esquel es posible realizar turismo rural en una comunidad habitada por no más de 25 familias, Alto Río Percy. Allí es posible realizar actividades de aventura y ecoturismo, trekking, y adquirir exquisitos productos regionales como dulces, vinagres saborizados, licores, quesos y chacinados, destacándose la elaboración del Jamón de Capón, algo único en la Argentina que de apoco se está haciendo conocer como el sabor que se diferencia e identifica a la Región.

EL LEGADO VIVIENTE
El próximo 28 de julio se conmemoran los 150 años de la llegada de los galeses a la Provincia del Chubut, el legado cultural de los primeros colonos se mantiene vivo en cada rincón de Esquel y Trevelin.
Las capillas y museos logran trasmitir como vivían esos pioneros de la Patagonia, como el molino harinero Nant Fach resume la actividad que distinguió a la región. Este último no solo funciona como museo, sino que hasta el día de hoy sigue fabricando harina de excelente calidad a baja escala.
Esquel es un imperdible, por su diversidad turística es un destino ideal para las familias, parejas y amantes de la naturaleza. Su aire puro y su paisaje natural, son una excelente opción para esta temporada de invierno.

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