"El más altruista de los amigos que un hombre puede tener en este mundo egoísta, aquél que nunca abandona y nunca muestra ingratitud o deslealtad, es el perro" dice en la libreta de Asthor, el Bloodhound color fuego y de preciso olfato que se convirtió en emblema de la Sección Canes de Comodoro Rivadavia.
El perro que nació el 10 de marzo del 2006 y llegó a la división durante el invierno de ese año, convirtiéndose en el primer rastreador, falleció el 8 de setiembre pasado a causa de un vólvulo estomacal. Se fue sin honores, pese a que contribuyó en refutar, reafirmar y hasta direccionar investigaciones muy importantes en los últimos años en materia criminal.
A lo largo de los años sus guías fueron Emilio Ramallo, Laura Carrizo, Martín Cabrera, Juan Carrimán y Hugo Gallardo. Ninguno puede llenar el vacío que dejó. Sus restos descansan frente a su canil en Kilómetro 3. Desde allí, todas las mañanas hasta que murió, a las 7:45 cuando comenzaba a sonar el aurora que cantaban los agentes del Centro de Instrucción, se paraba y aullaba al compás. "Era muy sociable, amistoso y patriarca" lo define Saúl Ale, jefe de la división. Es que a Asthor los otros perros pastores belgas que cumplen función de seguridad lo respetaban mucho.
El perro de San Huberto con los pliegues de sus fosas nasales, es uno de los canes con el olfato más agudo. Incluso puede llegar a seguir el rastro de hasta quince días. Iniciados para la caza y el rastreo de esclavos fugitivos. El reconocimiento de un bloodhound era considerada prueba incriminatoria por los juzgados estadounidenses.
Asthor llegó cuando era solo un cachorro con "tos de perrera" desde Buenos Aires. "Hubo que cuidarlo mucho" recuerda hoy el guía Carrimán, y se le hace un nudo en la garganta cuando se acuerda del sabueso.
Supo contribuir en sus nueve años de trabajo en distintos operativos de búsqueda y rastreo. Ha marcado el paso de personas desaparecidas a las que se ha hallado, como pescadores perdidos en Rocas Coloradas o un hombre con problemas psicológicos extraviado en una estancia de Garayalde.
Uno de sus aciertos más grandes en los últimos tiempos fue puntear el inicio del recorrido en Kilómetro 20 que harían a campo traviesa Gabriela Córdoba y su captor Francisco Bayón. Trabajo que finalizaron los perros rastreadores de Trelew al encontrarlos camino a Las Plumas y encarcelar al depravado.
LA PISTA
Pero por estas semanas en el juicio que se desarrolla por el triple crimen de Sarmiento en contra de Claudio Lamonega -acusado de matar a su pareja Marisa Santos y los hijos de ella, Lucas y Victoria Ramis- Asthor otra vez fue nombrado. Es que luego de los asesinatos, inició una búsqueda tras olfatear una prenda íntima del sospechoso dando indicios de los lugares en los que estuvo o pasó el acusado. Se detuvo en la zona del contenedor de basura, ubicado en la vieja estación de servicio. Continuó su recorrido por calle Patagonia y luego cruzó la plaza San Martín, en dirección al patio de la comisaría. Allí, dio vueltas alrededor de la camioneta de la víctima, y luego ingresó a la dependencia. Su trayecto culminó en la antesala de los calabozos, en donde estuvo demorado Lamonega. En los canales de riego "Asthor" bordeó alrededor de cien metros los canales y se detuvo en un sector, donde se encontraba una planta de rosa mosqueta. Al mismo lugar llegó "Kim", un perro ovejero de búsqueda. Cuando los investigadores cerraron las compuertas y bajó el nivel del agua, en la zona señalada se halló el teléfono celular de Marisa Santos y el supresor de sonido de un arma de fuego. "Asthor" contribuyó así a la prueba fundamental de la investigación. Encontró los principales elementos de los que se deshizo el asesino.
"Siempre le sentó bien ir a Sarmiento" dice Carrimán. Es que en una misión anterior, "Asthor" marcó vadear el río en donde finalmente se halló el cuerpo de un hombre que había desaparecido.
EL CASO YASMIN
En las primeras horas de la investigación del caso Yasmín Chacoma, "Asthor" marcó el recorrido que realizó la niña hacia el supermercado y se paró en el estacionamiento. Después siguió el recorrido hasta bordear el barrio LU4. Una cortina de perros en celos frenó su búsqueda, y debieron resguardarlo. Carriman cree que si esos perros no lo hubiesen puesto en peligro, el rastreador hubiese llegado más lejos y dado éxito a la búsqueda el mismo día.
Carrimán explica que a "Asthor" no tan solo se le pidió buscar partículas en el recorrido de una persona viva, sino que el 25 de setiembre de 2012 un comisario hasta le dio la misión de buscar las partes del cadáver de Héctor "Mono" Rogel –descuartizado por Matías Mulheman-.
Asthor, hoy se convierte en el emblema de la Sección en la que sigue sus pasos "Zeus", un bloodhund que vino desde Trelew. También están los dos cachorros recientemente comprados "Ektor" y "Yatel", tres pastores belgas, entre ellos "Pampa", una perrita donada por una vecina de Kilómetro. "Akita" de solo 10 meses y "Mili" una mestiza de golden y labrador que vino desde Santa Fe para trabajar en Narcotráfico. Además de "Benni" y "Dago" – el más valiente de todos- y "Salma", los perros de seguridad.
Desde la Sección Canes piden un reconocimiento para "Asthor" el próximo 7 de Diciembre en el Día de la Policía. Y que se le de tratamiento al proyecto que busca otorgarle una jerarquía a cada perro que preste servicio a la Policía del Chubut.