A sus 29 años y con un record de 53 victorias (36 antes del límite), 1 derrota ante Floyd Mayweather en 2013 y 2 empates, el peleador pelirrojo de Guadalajara había logrado antes las coronas de los superwelters del Consejo (2011) y la Asociacion (2013), la de los medianos del Consejo (2015) y la Asociación (2018) y la de los supermedianos de la Asociación (2018). Algo que sólo tres mexicanos (Juan Manuel Marquez, Erik Morales y Jorge Arce) consiguieron a lo largo de la historia.
“Yo prometí un gran espectáculo y hacer historia y cumplí otra vez. Sólo había que tener paciencia. El “Canelo es garantía” dijo Alvarez (79.150 kg) inmediatamente después de haber terminado con Kovalev (79,374) a los 2.15 del penúltimo asalto de una pelea que, al momento de la definición, ganaba por dos puntos (96/94) en las tarjetas de los jurados Julie Lederman y Dave Moretti y empataba en 95 en la de Don Trella.
Líbero tenía adelante a Kovalev por 97-93 a partir de la mayor solidez de su izquierda en jab y en directo y de algunas buenas derechas cruzadas que había logrado conectar en la cabeza del astro mexicano.
El nocaut fue uno de los mejores del año, por lo explosivo e inesperado. “Canelo” conmovió a Kovalev con una izquierda en gancho que estalló en la sien derecha del ruso y lo derrumbó con una derecha cruzada que lo arrojó contra las sogas, totalmente obnubilado.
El árbitro Russell Mora ni siquiera abrió la cuenta y decretó de inmediato la victoria del mexicano. Kovalev tardó en reponerse y reconoció luego que le habían faltado energías en el tramo final de la pelea. Algo llamativo si se tiene en cuenta que mientras él es un mediopesado natural, Alvarez subió 6,810 kg para afrontar el combate.