Lo protagonizan poco menos de un centenar de trabajadores de banquina grande (estibadores) del puerto Caleta Paula y algunos de ellos también bloquean caminos secundarios para impedir que vehículos de empresas petroleras lleguen a yacimientos por vías alternativas.
La medida de fuerza se visibiliza en las rutas por filas de camiones que esperan turnos de tres horas para que se habilite la circulación por algunos minutos.
Los manifestantes son los mismos que hace pocas semanas cortaron el acceso norte a Caleta Olivia protestando porque casi la totalidad de los barcos que capturan langostinos, recurso que ahora migró hacia el norte, no descargan en el puerto local y lo hacen en Puerto Madryn a pesar que las empresas armadoras gozan de permisos otorgados por el gobierno santacruceño.
Vale recordar que el piquete anterior se levantó cuando se les ofreció una ayuda financiera de 20 mil pesos y el compromiso de una audiencia en Río Gallegos con la gobernadora Alicia Kirchner.
Sin embargo, esto último no de cumplió ya que el lunes la mandataria solo recibió a voceros de los trabajadores portuarios de Deseado y a los referentes de Caleta Olivia los atendió el ministro de Trabajo, Teodoro Camino y la subsecretaria de Pesca, Lucrecia Bravo, según lo manifestó a El Patagónico un vocero del grupo local, de nombre Alejandro.
El mismo indicó que los citados funcionarios solo respondieron con evasivas a los reclamos “y nos hablaron como si fuera ellos los empresarios, diciéndonos que se gastaba mucho combustible para que los barcos descarguen en nuestro puerto”.
“A nosotros nos marginan y lo único que pedimos es que entren cuatro o cinco barcos por semana de los casi 150 que están capturando langostinos en la zona. Pedimos trabajo, no subsidios” puntualizó.