El escándalo familiar estalló con fuerza luego de que se difundiera un informe televisivo que puso bajo la lupa el patrimonio de la modelo Jésica Cirio. Fue en el programa Puro Show, donde se enumeraron varias de sus adquisiciones de lujo —en particular carteras de diseñador— con un cálculo que rondaría los 600 mil dólares en gastos acumulados en los últimos años.
A través de un mensaje contundente, Horacio manifestó su enojo por la vida ostentosa que lleva su hija mientras él, según afirma, atraviesa serios conflictos por una propiedad que considera suya: "Empiezo a escuchar el tema de las carteras. A mí me están negando algo que es mío, yo siento que me robaron mi casa. Está mi ex con un chabón hace muchos años", disparó con bronca, aludiendo al hogar donde hoy vive su expareja junto a su nueva pareja.
Respecto a la relación con Jésica, el tono se volvió todavía más crudo: "Yo no rompí ninguna relación, ella rompió. Yo me fui con lo puesto de mi casa. Que se lo saque ahora el apellido Cirio, en Lanús fue bastión de gente noble y trabajadora", dijo con una mezcla de despecho y orgullo. Y agregó: “Para ella no existo ni yo ni su hermano; no le importó la muerte de su hermana. Vi cómo y dónde y de qué manera está enterrada su hermana, es denigrante”.
En su descargo, Horacio también apuntó contra las sospechas que circulan en torno al origen del dinero de su hija: "Ya no la conozco, todos dicen que lo hizo con dinero del pueblo. Mi casa estaba valuada en 160 mil dólares, que me den la mitad, serían 3 o 4 de las casas que tiene ella".
No obstante, cerró con una frase contradictoria que refleja el dolor detrás del enojo: "Los afectos con la plata no se mezclan. Sigue siendo mi hija hasta el día que yo me muera, es la hija de Don Cirio. No se puede borrar, así lo quiso el destino".