Los puntos claves del convenio petrolero por Vaca Muerta

Esta semana, empresarios, sindicatos y representantes de la patagónica provincia de Neuquén, junto al presidente Mauricio Macri firmaron los acuerdos para impulsar inversiones y la producción en el megayacimiento petrolero de Vaca Muerta.

La adenda al convenio colectivo de trabajo de los petroleros consta de cuatro capítulos y 25 artículos, e incluye como modalidad general los contratos a término, redimensiona las plantillas de personal, cambia los esquemas de trabajo, elimina las horas taxi y flexibiliza las condiciones de operación nocturna y con viento, según reveló Río Negro Energía.

Por su parte, los gremios lograron la eximición del 10% del salario bruto del impuesto a las Ganancias.

LOS PUNTOS CENTRALES DEL ACUERDO

¿A quiénes alcanza? A todo el personal encuadrado en los dos convenios colectivos de trabajo (CCT) del sector (el 644/12 y el 637/11) que desarrollen tareas en el no convencional. Esto incluye a actividades que van desde la perforación, estimulación y servicios de pozos, a la conexión, tendidos de gasoductos, operación y mantenimiento entre otras. El universo no está definido, pero se trataría de unas 4.000 personas. Lo que no está claro aún es cómo se definirá el ingreso a esta adenda y qué pasará con quienes cumplen tareas en pozos convencionales o no convencionales indistintamente. El titular del gremio, Guillermo Pereyra, ya adelantó que no podrán superponerse los convenios.

Contratos. Según el artículo 2 de la adenda, "será de aplicación general a esta actividad" -la no convencional- el "contrato de trabajo a plazo determinado". No es una novedad. En el sector muchos petroleros trabajan a término y una vez finalizada su tarea se los indemniza como indica la ley y se acaba el vínculo laboral. Lo que sí cambia es que se impone este método como de uso general, mientras que en los anteriores convenios figuraba como una excepcionalidad para determinados rubros.

Ganancias. El 10% de las remuneraciones totales brutas quedarán exentas del impuesto, según el artículo 3. Equivalen, a título ilustrativo, a la incidencia del Diferencial por Zona. Se trata de un ardid técnico del Ministerio de Trabajo para que no sea el concepto de "zona" el alcanzado y evitar así reclamos de otros sectores. Pereyra consiguió de este modo que prácticamente ningún trabajador del no convencional tribute Ganancias. Tampoco lo harán los del convencional, ya que la medida se extiende a todo el convenio colectivo en el último anexo.

Conflictos. Se relanza la Comisión Especial de Interpretación y Resolución de Conflictos, integrada por los paritarios. Será el órgano político que discutirá los alcances de este convenio, que todavía tendrá puntos de debate en su aplicación.

Paros limitados. Más allá de los compromisos de forma -presentes en todo tipo de convenios y que rara vez se cumplen- se agrega una atípica aclaración el artículo 5, donde las partes reconocen que "no corresponde exigir el pago de remuneración algunas si no existió contraprestación efectiva del trabajador", salvo cuando el reclamo tenga que ver con la falta del pago del salario.

Servicios periféricos. Los trabajadores que hagan tareas en el campo pero no vinculadas a los pozos (vigilancia, jardinería, catering, enfermería, etc.) nunca podrán superar salarialmente al personal operativo con su misma categoría en el convenio.

Nuevas tecnologías. En caso de aparecen técnicas más modernas de trabajo, gremios y empresas se comprometen a discutir las dotaciones de personal y la capacitación del mismo.

Horas extra. Se permitirá superar el máximo de horas extra establecido por ley para los trabajadores encuadrados en el CCT 644. Estas empiezan a regir a partir de las 8 horas de trabajo. Se eliminan para todo concepto las denominadas horas taxi, que eran las que los trabajadores pasaban en trailers y hoteles a disposición de la empresa.

Dotaciones. Se define cuánto personal deberá tener cada línea de operación. En casi todos los casos se incluyen reducciones en comparación con los afectados de forma actual. Para fractura, por ejemplo, la dotación no tendrá más de 16 personas. En el caso de wire line serán 4 trabajadores, mientras que en coiled tubing serán 5, en cementación 5, en aislación 10, y en UBD 3, entre otros. Los equipos de torre sumarán 7 trabajadores para la perforación, 6 para workover y 5 para pulling por turno.

Jornada laboral. Se establece el diagrama de 2 por 1 para los servicios especiales y de torre. Se aclara que el trabajador "no recibirá ningún tipo de contraprestación salarial adicional" por el descanso entre jornada y jornada. Esto implicará la mayor poda en los recibos de sueldo de los empleados que se desempeñan en este rubro. Para operación y mantenimiento, se establece la jornada diurna de 8 horas en modalidad "semana calendario".

Montaje nocturno. Casi todas las actividades de servicios especiales y de torre podrán hacerse de noche. La adenda define la iluminación recomendada para cada caso y obliga a las empresas a presentar planos con la misma.

Viento. Sólo se limita el montaje y desmontaje de algunas torres cuando el viento supere los 60 kilómetros por hora sobre el piso de trabajo, con "rachas 40% superiores".

Operaciones simultáneas. Con coordinación del company man (el hombre más importante de la operadora en la locación), podrán hacerse tareas de forma simultánea para ahorrar tiempo, con algunas restricciones.

Capacitación. Las empresas deberán contar con un plan de capacitación anual de su personal para adaptarse al no convencional.

Eliminación de actas. La entrada en vigencia de esta adenda -que aunque está firmada, aún debe ser publicada en el Boletín Oficial para empezar a regir- sustituye todas las actas acuerdo previas y las decisiones unilaterales de las empresas que no se ajusten a su contenido.

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