"Los televidentes no sabían que mientras ellos estaban viendo sus televisores, Vizio los estaba viendo a ellos", aseguró la FTC en una publicación realizada ayer en su blog oficial, donde remarca tanto el uso de la información recolectada como la ausencia de permiso para hacerlo.
Según el organismo, Vizio recopilaba una selección de píxeles en la pantalla que se combinaban con una base de datos de la televisión, películas y contenido comercial; la compañía identificó datos de visualización de proveedores de servicios de cable o banda ancha, de dispositivos de streaming, reproductores de DVD y transmisores en directo, y así capturó -desde 2014- hasta 100.000 millones de puntos de datos cada día, desde millones de televisores.
Luego, la empresa convertía esa "montaña de datos en efectivo, vendiendo los registros de vista de los consumidores a anunciantes y otras compañías", indicó el organismo estadounidense.
De acuerdo a la acusación elevada por el procurador General de Nueva Jersey, Vizio también informó sobre las direcciones IP de los consumidores a agregadores de datos, los cuales vinculaban esa información con cada persona u hogar en particular.
Los contratos que Vizio mantenía con terceras partes prohibían la re-identificación de los consumidores y hogares por su nombre, pero sí permitieron hacerlo mediante una serie de datos personales, como sexo, edad, ingresos, estado civil, tamaño del hogar, educación y propiedad de la vivienda.