"Nos invadieron pero hay que luchar con las armas de nuestro folclore"

El "Chaqueño" Palavecino presentó su sello discográfico y su productora "El Viejo Mistol", que incluye al prestigioso guitarrista Juanjo Domínguez y a jóvenes valores salteños y chaqueños, surgidos de localidades del Impenetrable y del Chaco salteño.
El folclorista Chaqueño Palavecino acaba de lanzar su nuevo disco "De Criollo a Criollo. Homenaje a Don Ata. Mi Versión", en donde versiona clásicos de Atahualpa Yupanqui y que presentará el 17 y 18 de setiembre en el Gran Rex.
En su vigésimo disco, Oscar Esperanza "Chaqueño" Palavecino interpreta temas como "Viene clareando", "Piedra y camino", "La arribeña", "El arriero", "De aquellos cerros vengo", entre otras canciones escritas por Yupanqui, mientras asegura que "nos han invadido pero hay que luchar con las armas de nuestro folclore".
Además, Palavecino presentó su sello discográfico y su productora "El Viejo Mistol", que incluye al prestigioso guitarrista Juanjo Domínguez y a jóvenes valores salteños y chaqueños, surgidos de localidades del Impenetrable y del Chaco salteño.
De su disco, de su encuentro con los rockeros de La Renga y los shows del Gran Rex, Palavecino habló con Télam en una extensa entrevista.
Télam: ¿Cómo te fue en el Festival que organizás, el Tri Chaco? ¿Cómo lograste que participara La Renga?
Chaqueño Palavecino: La suegra del Tanque (baterista de la banda) va a mis recitales. Los rockeros tienen algo especial, son únicos, son tan unidos... En el caso de La Renga me fui a Ezeiza a comer un asado y chuparme unos vinos, y me llevé más con Chizzo (guitarra y voz). Ellos son impresionantes en lo que hacen, son una locura. Hay un reconocimiento de ellos hacia mí y yo de la misma manera a ellos. Y entonces se fueron a lo más inhóspito, que es el Chaco salteño. Cuando fui a buscarlos al Tanque y al Chizzo estaba José Palazzo, y me dijo "¿cómo carajo hacés para traerlos?" (risas). Pero fue un festival solidario, para poner el granito de arena. Cuando entramos al monte le dije a Chizzo que se hiciera cargo, pero yo tengo una camioneta automática y él no sabía cómo manejarla. "¿A dónde nos traés, infeliz?" me decían y se reían. Cuando entraron al paraje y vieron un enorme escenario más alto que los árboles y todo sonido de Buenos Aires se volvieron locos. Después en la despedida de ellos armamos un asado como le gusta a todo el mundo y compartimos eso. Fue muy lindo, dieron el alma.
T: Y la llevaste a la Sole también.
Ch: Estaba la Sole, sí. Estaban Los Amigos, Los Tekis, delegaciones de Bolivia y Paraguay... Es el número 14 que hacemos y es para recaudar para 42 escuelas con la fundación. Es un trabajo enorme que hacemos, un grupo de gente para ayudar. Pero el festival no es solamente eso, sino conseguir ruta, vivienda y pensiones para los nativos, lo que se recauda es para la gente.

RESISTIR
T: Sos un hombre muy creyente, ¿es una forma de devolver la vida que tenés?
Ch: No, soy un agradecido de Dios y la vida pero le puse mucho trabajo a lo mío, está dentro de uno todo esto. Tiene que ver con el lugar de donde vengo, vuelvo a mi lugar y lo que más he conseguido en la vida es amistad de eximios músicos. La música une todo, al igual que la buena leche. La vida no es solamente plata o conquista, sino la amistad con el que menos tiene también, no tenés que ser oportunista. Mientras dentro de lo mío yo pueda dar una mano, lo voy a hacer. Por ejemplo hoy armamos esta productora que es El Viejo Mistol. El viejo mistol es un árbol donde tendió el telar mi madre, que le dio sombra todos los que pasaron por mi casa, donde están los restos de mi hermano mayor. Es viejo pero me sigue dando sombra, entonces le pido que sus gajos sigan fuertes para extender a todos estos artistas. Ya nos han invadido, pero hay que luchar con las armas de nuestro folclore.
T: ¿Es difícil para un folclorista nuevo hacerse camino?
Ch: Es difícil, pero hay que hacerse notar y salir. Para mí también ha sido difícil y más viniendo de una región con una música con mucha esencia pero tan desconocida, más con monte y menos hacia el amor.
T: La chacarera del monte...
Ch: Sí, pero produce las dos emociones, podés llorar, cantar o bailar. Es la música nuestra, del monte, de los que venimos con ese acento de la frontera, del punto tripartito entre Bolivia y Paraguay. Eso somos nosotros.

UNIVERSO YUPANQUI
T:¿Querías meterte en el universo de Atahualpa y vincularlo con el tuyo? ¿Sentiste un desafío? ¿Da temor meterse con él?
Ch: No, creo que yo ya llegué a un nivel a que me atreví y tuve la suerte de conocer a Horacio Guaraní y hacerle un homenaje con sus temas. Con Atahualpa sin conocerlo vino el hijo Roberto Chavero. A veces es más fácil con alguien que ha hecho las cosas tan correctas, donde está la cadencia, la métrica y todo. Con una simpleza hizo obras tan grandes... Y cuando me adentré más en lo de él más entusiasmo me ha dado. Es mi versión lo que hago, no vengo a competir ni ser el mejor ni el peor. Es una manera de sumarle a alguien que ha hecho obras extraordinarias para el cancionero nacional.
T: ¿Encontraste fascinante el universo de Atahualpa?
Ch: Tremendo. Es un abuelo que ha escrito lo que no puede decir el abuelo mío o el tuyo, es como José Larralde o José Hernández. Los valores son cosas muy fuertes y eso hace con el canto genera conciencia. Para mí hacer patria es que el otro tenga respeto. Mal de aquellos que no hacen las cosas como corresponde. Valoro mucho a la gente que hace cosas lindas.

Fuente:

Notas Relacionadas

Dejá tu comentario

Las Más Leídas del Patagónico