Paraísos bonaerenses que parecen escondidos

Lejos de las concurridas playas del corredor oceánico de la provincia de Buenos Aires, el Atlántico regala increíbles paraísos costeros menos concurridos por el turismo. Se trata en su mayoría de pequeñas localidades, con buenos servicios y más accesibles que otros tradicionales destinos.

Con 1.200 kilómetros de playa, la costa de la provincia de Buenos Aires es uno de los corredores oceánicos más elegidos por los argentinos para disfrutar de las vacaciones de verano. Así como destacan los grandes centros balnearios como Mar del Plata, Pinamar, Villa Gesell y San Bernardo, entre otros, también surgen otras localidades que van ganando adeptos que, en su mayoría, buscan playas tranquilas que recuerden el espíritu que tenía la costa bonaerense hace unas cuantas décadas.

Mar del Sur

Cómo deben de haber sido esas playas, 17 km al sur de Miramar, para haber levantado allí hace 120 años el hotel de lujo Boulevar Atlántico. En Rocas Negras las casas caen sobre el mar. Es el único lugar de la costa atlántica en donde se puede tener un terreno sobre la playa. Es uno de estos destinos que se destacan por la tranquilidad de sus playas y un paisaje agreste que invita a los turistas a disfrutar de unas vacaciones alejadas de la vorágine de la rutina. Ubicada a 465 kilómetros de Capital Federal, y a 17 de Miramar.

Claromecó

La localidad de Claromecó también puede integrar esta lista de playas alternativas. Ubicada a 561 kilómetros de la Capital Federal, en el partido de Tres Arroyos, incluye a la pintoresca villa residencial de Dunamar, ubicada al otro lado del arroyo Claromecó, con una frondosa vegetación de eucaliptos, álamos, pinos y tamariscos, que fueron plantados allí, luego de una intensa tarea de fijación de médanos, llevada a cabo por Ernesto Gesell, hermano de Carlos, el fundador de Villa Gesell.

Allí también se puede visitar el cementerio natural de caracoles, donde se encuentran numerosas piezas de diferentes tamaños y formas. Aquí se llega luego de una apacible caminata por la orilla del mar. Por su parte, el arroyo que dio nombre a esta ciudad ofrece un paisaje evocador: 4 kilómetros antes de desembocar en las aguas del Atlántico, siete cascadas despliegan todo su encanto natural.

Marisol

En el partido de Coronel Dorrego, a 92 kilómetros de la ciudad de Tres Arroyos, Marisol es otro poblado marítimo que se destaca. Posee 47 kilómetros de playas casi vírgenes, surcadas por un cordón de médanos, con flora y fauna autóctonas que invita a fotógrafos aficionados a capturar imágenes propias de una postal. En las costas de Marisol, el río Quequén Salado vierte sus aguas en el océano Atlántico, convirtiéndose en un destino preciado para los pescadores.

Quequén

A 510 km de la Ciudad de Buenos Aires, las playas de Quequén tienen la particularidad de tener arena gruesa. Es elegida como destino por surfistas y por personas que gustan de la serenidad. Tuvo el primer hotel turístico de Argentina. Del otro lado del río se encuentra la ciudad de Necochea.

Reta

Sumamente tranquila, Reta era conocida como Balneario San Sebastián o Balneario Océano; está enclavada entre eucaliptos, álamos y coníferas. Su mar es de aguas cálidas y se complementa con un agreste panorama de inmensos médanos.

Pehuén-Co

Cerca de Monte Hermoso, por la Ruta 3 y luego empalme por la Ruta Provincial 113, se accede a Pehuén-Co, una villa veraniega del distrito de Coronel Rosales, ubicado a 68 kilómetros de Punta Alta y a 644 de la Ciudad de Buenos Aires. Se destaca por sus aguas templadas y las magníficas postales que regala el sol sobre el mar, tanto al amanecer como al atardecer.

Bahía San Blas

Conocido como el paraíso del pescador, Bahía San Blas, en Patagones, se encuentra preparada para satisfacer ampliamente todas las expectativas del pescador y su familia. El carácter insular de la bahía le otorga una ventaja comparativa que la hace única, ofreciendo un amplio abanico de alternativas para la pesca deportiva.

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