Todo comenzó cuando tenía 5 años y vio a un hombre indigente por primera vez. Sus padres le explicaron la situación por la que el hombre pedía dinero en la calle, y la niña lo ayudó comprándole comida.
Desde entonces, Haileyha intentado ayudar a los indigentes y necesitados de su zona tanto como ha podido.
El primer refugio móvil lo construyó para su amigo Edward; y luego siguió adelante con el plan de construir 12 refugios en un año.
Los refugios de Hailey consisten en una pequeña habitación de madera con ventanas y una puerta de entrada, una sencilla estructura que ella aprendió a construir con sus propias manos, martillo y madera blanda.
Aunque comenzó con trabajos fáciles, Hailey ahora es experta en el uso de herramientas eléctricas como pistolas de clavos, grapadoras hidráulicas y taladros eléctricos, por lo que puede ayudar a construir viviendas mejores. Cuando le preguntan por qué lo hace, da una respuesta muy clara: "todo el mundo debe tener un lugar para vivir".
La niña construye los refugios sola pero bajo la supervisión de su madre, y solo pide ayuda a un adulto a la hora de utilizar las herramientas más peligrosas.
Con un espíritu inmensamente solidario y desinteresado, y el apoyo de su familia, esta niña se convirtió en un ejemplo para todos.