Sin lugar a dudas que el boxeador colombiano José Luis Herrera, quien el 22 de abril de 2006 mandó a la lona del Luna Park a Jorge ‘Locomotora’ Castro, no fue el mismo que perdió el 27 de enero de este año en el patinódromo de Mar del Plata por KOT en el segundo round.
Habían quedado algunas dudas tras el combate que sirvió de revancha, ya que el moreno no tiró ningún golpe sobre la humanidad del santacruceño. Ahora, casi cuatro semanas después de su derrota, la ‘Pantera’ salió a hablar. En en diálogo con el periodista Kevin Bello Parada, de la Cadena Caracol y el Diario Deportivo de Colombia, afirmó que había recibido amenazas antes de la segunda pelea y por ese motivo subió al cuadrilátero a enfrentar al ‘Roña’ con susto. «Tuve miedo de ganar. Hubo presiones, muchos llamados telefónicos. Recibí varias llamadas a la habitación del hotel, diciéndome que no iba a salirme con la mía, que si le hacía daño a Castro esperara ver lo que me podía pasar», habría dicho Herrera al periodista colombiano en declaraciones que fueron reproducidas en la edición impresa de ayer del diario Olé.
La 'Pantera' Herrera afirmó además que las primeras presiones surgieron tras el pesaje. «Recibí varias llamadas a la habitación del hotel, diciéndome que no iba a salirme con la mía. Fue muy duro. Y no me sentí apoyado por mi apoderado, Francisco Herrera, porque no me acompañó en ningún momento, en ninguna de las negociaciones. Cuando le pedí a los organizadores suspender la pelea, primero me quisieron convencer por las buenas, y me ofrecieron conseguirme un combate eliminatorio para ir por un título mundial, en Australia. Luego me dijeron que si yo no combatía debía hacerme cargo del sueldo de todos los peleadores y todos los costos de la televisión, porque la velada se caería. Los organizadores me pidieron que no dañara la fiesta que se había armado para el retiro de Castro», explicó el colombiano.
Mientras tanto, Castro no se quedó callado ante las declaraciones de Herrera y afirmó ayer a Radio Mitre de Buenos Aires: «esto es todo chamuyo. Seguramente lo dijo para hacer una pelea más conmigo», agregó. Y adelantó: «A este lo pelearía gratis, para que la gente no hable».
CASTRO QUIERE VOLVER A PELEARLE DONDE SEA
Jorge Fernando ‘Locomotora’ Castro reconoció que el colombiano en Mar del Plata no fue el mismo que lo había hecho pasar vergüenza el año pasado, pero aseguró que en su carrera como boxeador nunca arregló un combate. «Yo siempre salgo a pelear y trato de ganar. Nunca arreglé una pelea. Cuando salimos a pelear sentí que era un enemigo mío. Nunca sentí que iba a menos. Es cierto, no tiró ni una piña. Estaba muy distinto a la primera pelea, pero esto es todo chamuyo. Seguramente lo dijo para hacer una pelea más conmigo», agregó Castro.
«Estoy dispuesto a volver a pelear, no tienen que quedar dudas. A este lo pelearía gratis, para que la gente no hable. Yo me animo a ir a todos lados. No tengo miedo de ir a Colombia», sentenció Castro.
Herrera por su parte igual descartó un arreglo y en ese sentido no quiso dejar dudas. «Una vez lo humillé a Castro en su patio, cuando nos enfrentamos mano a mano. Y yo llevaba a Mar del Plata una mejor preparación que la que había tenido en Buenos Aires. Si yo le daba, lo noqueaba, eso era claro. Yo pensaba que si lo cogía (sic) se me iba a venir toda esa gente. Por eso yo no quise tirar ni un golpe. Que quedara claro que ése no era el verdadero José Luis Herrera, el mismo que humilló a Castro una vez», remarcó. Y con la misma convicción, Herrera descartó haber participado de un arreglo. «Yo recibí el dinero que se había pactado por combatir. Ni un peso menos, ni un peso más. En eso sí que me cumplieron», aseveró.
Por su parte el boxeador argentino continuó diciendo sobre lo que puede llegar a pasar de ahora en más con el moreno.
«Herrera se va a tener que atener a las consecuencias. Los organizadores del evento le van a iniciar un juicio, porque dijo que había recibido muchos llamados al hotel. Yo estuve averiguando y en todo el tiempo que estuvo en el hotel no recibió ningún llamado», apuntó.
En tanto que el colombiano aceptó que su actitud en Mar del Plata no fue correcta, pero sí, justificable. «Considero que fue la mejor decisión que pude tomar en ese momento para cuidar mi integridad física y no provocar una situación de más agravio.