Las Vegas, Orlando, California, New York, Londres, Praga, Barcelona y Bangkok son algunas de las ciudades más recomendables para vivir el Año Nuevo y festejarlo de la mejor manera. Cada ciudad guarda consigo diferentes atractivos, pero uno de ellos se destaca por su hermoso entorno y el paisaje de ensueño que lo hace diferente. Se trata de las Cataratas del Niágara, el atractivo turístico número uno de Canadá.
Este lugar es elegido durante todo el año por turistas nacionales e internacionales, sin embargo, en tiempos navideños también es muy elegido para iniciar el año nuevo. Viajar allí desde Comodoro puede costar alrededor 15 mil pesos ida y vuelta por persona. Vale la pena ya que es considerado una de las grandes maravillas del mundo natural.
Ver las cataratas en persona es un espectáculo único desde cualquier ángulo, pero tomar el paseo en barco que traslada al turista al centro de la misma permite sentir el poder inmenso que tienen estas caídas de agua. Otra opción es utilizar un helicóptero y recorrer también parte de la región desde el aire, pero esto también depende del presupuesto de cada turista.
En Canadá se encuentra el sector más atractivo de las cataratas, que está bajo la responsabilidad de la Comisión de Parques de Niágara, una agencia del Gobierno de Ontario, que administra y otorga las concesiones para los paseos de los barcos y la experiencia de los túneles.
Mientras que en Estados Unidos, a su continuidad se la llama Velo de Novia. Esta tiene una caída de 34 metros, mientras que la canadiense alcanza los 52 metros de altura, alcanzando un total de más de 170,000 mts³ de agua por minuto que caen durante primavera y verano.
En este sector estadounidense se encuentra el Niagara Falls State Park, el parque estatal más antiguo del país. Fue creado por Frederick Law Olmstead, quien también fue el responsable del diseño del Parque Central de Nueva York. Allí el Servicio de Parques Nacionales también mantiene el Niagara Falls National Heritage Area, que está dedicado a preservar la historia y la cultura de la zona de las Cataratas del Niágara.
Si el turista lo desea puede visitar los dos sectores de la catarata, sólo debe atravesar el puesto fronterizo Rainbow Bridge o Puente Arco Iris, que abarca toda la garganta del río Niágara, a unos pocos cientos de metros de las cataratas.
El mismo tiene un importante tránsito de personas y en verano puede tener congestiones de vehículos. Pese a esto, con una planificación es posible pasarlo sin problemas y ver en su máximo esplendor este espectáculo natural. Todo esto gracias al río Niágara que une los lagos Erie y Ontario.
UN LUGAR PARA RECIBIR EL AÑO NUEVO
En época de fiestas navideñas las cataratas del lado canadiense son muy elegidas por los turistas. El ambiente cambia su paisaje, ya que de noche son iluminadas con lámparas de alto poder y varios colores. A esto se suma un espectáculo de juegos artificiales que modifican todo el entorno, creando un ambiente único bajo la protección de la naturaleza.
Esto produce que este sitio sea elegido y muy visitado durante estos días. Sin olvidar lo que ofrece en cada visita. Allí los lugares para observar las cascadas tienen hermosos parques con jardines delicadamente mantenidos, mientras las colinas están cubiertas con hoteles, casinos y numerosas atracciones turísticas.
En las calles vecinas se encuentran los museos, negocios de regalos, salas de juegos electrónicos, restaurantes, clubes nocturnos y otras atracciones turísticas. La mayoría de ellas están cerca de la avenida Victoria, que luego se transforma en la calle Ferry, y finalmente en Lundy’s Lane.
El pueblo cuenta con una gran variedad de hoteles con todo tipo de precios. Los más cercanos a las cataratas tienen costos bastante altos, mientras que los hoteles un poco más alejados tienen precios más económicos.
En el sector las opciones turísticas se multiplican, en un pueblo que se ha adaptado a la demanda de visitantes que tiene durante todo el año. Allí además de pasear y observar desde los miradores las cataratas se pueden realizar excursiones creadas especialmente para el turismo.
Una de ellas es la visita a los túneles. Desde el Lodge Table Rock, cerca de la Cascada de la Herradura, se puede descender unos 50 metros y pasar por un túnel que atraviesa la roca hasta llegar a un pequeño balcón cerca de la base de las cataratas. Desde allí es impresionante sentir el inmenso poder del agua.
Mientras que la dama de la Llovizna es una excursión en bote que sale desde un extremo rocoso a unos pocos metros de las cataratas. Desde ese sector, un pequeño funicular lo transportará hasta el puerto, navegando hasta llegar a unos pocos cientos de metros de la Cascada de la Herradura.
Allí se puede sentir la fuerza de los tremendos vientos generados por la inmensa fuerza del agua, y oír el fuerte rugido de las cataratas, una experiencia sin igual que completará la visita a este lugar fantástico, donde la naturaleza es protagonista, y el año nuevo comienza en forma distinta.
- 30 diciembre 2013