En las últimas semanas, el Banco Santander avanzó con despidos en diferentes puntos del país, alcanzando un número que ronda los 1500 trabajadores desvinculados. La situación generó alerta en las distintas seccionales gremiales de La Bancaria, incluyendo Comodoro Rivadavia, donde el impacto ya se siente.
“La semana pasada sufrimos la desvinculación del tesorero de la sucursal de Rada Tilly. También hubo dos compañeros despedidos en Bahía Blanca y hoy por la mañana intentaron echar a un cajero de la sucursal del centro”, contó Gonzalo Martínez, secretario organizacional de la seccional local y delegado del Banco Santander.
El reclamo también está vinculado a un proceso de desmantelamiento progresivo que el banco viene llevando adelante en la región. Según Martínez, ya cerraron tres sucursales en la ciudad: “Se perdió la presencia en Kilómetro 3, también en Barrio Roca, y en el centro supo haber dos sucursales; ahora solo queda una”.
Desde el gremio consideran que esta política de ajuste podría avanzar todavía más, dejando a la ciudad sin representación física del banco. “Tenemos miedo de que el banco siga cerrando sucursales, y esto avance en el resto del país. Es un daño muy grande para las familias bancarias, pero también para los clientes que pierden acceso y atención directa”, afirmó.
Además de las consecuencias laborales, los trabajadores señalan que esta reducción afecta el servicio y la seguridad de los usuarios. “Nos preocupa mucho lo que pasa porque afecta a familias enteras y también a toda la cadena de empleos indirectos que dependen del sistema bancario”, dijo Martínez.
Por eso, desde la seccional impulsan una campaña de visibilización del conflicto para que la comunidad tome dimensión del problema. “Queremos contarle a la sociedad lo que está pasando. Que se entienda que no es solo un tema gremial, sino algo que afecta a toda la comunidad”, concluyó.