Buenos Aires (C)
La prolongada ausencia de diálogo entre Argentina y Uruguay y la demora en la gestión de buenos oficios del rey de España en torno al conflicto por la instalación de la pastera Botnia, amenazan con deteriorar aún más la relación bilateral en campos como el comercio y la política.
La degradación contribuye a acrecentar las tensiones dentro del Mercosur, que se traducen en señales de acercamiento de parte de Montevideo hacia Washington y cuyos resultados podrían reflejarse durante la visita de George W. Bush a Uruguay, el mes próximo.
Fuentes de la Cancillería argentina admiten este prolongado parate, del mismo modo que la inevitabilidad de que las decisiones que en otras áreas adoptan los gobiernos a uno y otro lado del Río de la Plata, conducen inevitablemente a ser entendidas como represalias por el conflicto de fondo: la instalación de la fábrica finlandesa de pasta de celulosa en Fray Bentos.
«Todo decanta hacia el mismo lugar: el conflicto por la pastera», admitió una alta fuente de Cancillería. Lo hizo al término de una semana en la que el diferendo se recalentó, tanto por decisiones de Botnia con la aprobación implícita de Montevideo y de medidas en ciernes de restricción comercial del gobierno de Tabaré Vázquez, como por la inusual acusación de Argentina a Uruguay de falta de cooperación en la lucha contra el narcotráfico.
- 25 febrero 2007