La tensión solo pareció descomprimirse a media tarde cuando el intendente Pablo Carrizo accedió a recibir en su despacho a los integrantes de la mesa de negociación del gremio e incluso al propio secretario general, Julián Carrizo.
De todos modos, durante el encuentro que tuvo lugar entre la 15:35 y las 17:30 con la presencia de concejales, el jefe comunal no hizo ningún otro ofrecimiento salarial fundamentando ello en la situación financiera del municipio.
No obstante les informó que por ahora dejaba “en suspenso” el decreto por el cual se otorgaba un aumento del 20 % en dos tramos (octubre y noviembre), a la espera de la posibilidad de recibir alguna ayuda financiera del gobierno provincial para mejorar los salarios.
Voceros del gremio interpretaron que el intendente había dejado “sin efecto” el mencionado decreto, por lo cual consideraron que al menos habían obtenido un logro en su lucha, a la espera de que a la brevedad haya una oferta que se acerque al 75 % de la recomposición que vienen reclamando.
En tanto, desde la óptica de los concejales, la normativa del Departamento Ejecutivo sigue desde un primer momento sin tener vigencia dado que son ellos los que deben autorizar su aplicación.
En la misma reunión el intendente se habría comprometido, a través de la Secretaria de Hacienda, enviar un informe del estado de las cuentas a fin de fundamentar la imposibilidad, por ahora, de acceder a un mayor requerimiento de los trabajadores.
Con todo, las partes acordaron volver a reunirse a mediodía del martes de la semana próxima, en tanto que previamente, el lunes, el SOEMCO llevara a cabo una nueva asamblea de afiliados en su sede.
JULIAN PUDO ENTRAR
Por otra parte, fuentes confiables revelaron que el intendente no tenía previsto recibir hoy a los gremialistas de la mesa de negociación, pero accedió a ello por pedido de concejales, sobre todo del presidente del cuerpo, Facundo Belarde e incluso permitió el ingreso del secretario general Julián Carrizo, quien fue uno de los que golpeó la puerta de acceso principal y sorpresivamente el propio intendente la abrió e invitó a ingresar (foto).
Ante de ello, desde las nueve de la mañana, más de dos centenares de trabajadores habían comenzado a concentrarse frente en el acceso al edificio central de la comuna, volviendo a bloquear con neumáticos las calles de acceso.
Luego del mediodía, cuando se fue incrementando la tensión, hubo dos quemas de cubiertas y el fuego fue extinguido por los bomberos, quienes recibieron no pocos insultos, sobre todo en la segunda ocasión (foto).
Además, los vecinos que residen en las inmediaciones se quejaron por el denso humo negro que ingresaba a sus casas y les dificultaba la respiración.
Por otra parte, un grupo de manifestantes tuvo la intención de ir hasta el acceso norte para bloquear la Ruta 3, pero finalmente fueron contenidos por otros compañeros, por lo cual se quedaron en el mismo lugar de la protesta mostrando pancartas que identificaban a sus sectores laborales, al tiempo que el sonido de bombos y redoblantes fue incesante.