Caleta Olivia (agencia)
El dramático suceso ocurrió el 20 de octubre de 2013 en una vivienda de Pico Truncado. Era domingo y se celebraba el Día de la Madre. A Alex Gonzalo Castro se le imputa el delito de homicidio agravado por el vínculo, por el cual el Código Penal establece la prisión perpetua.
Ayer, el joven llegó en condición de detenido desde la alcaidía de Truncado al promediar las 11, para ser juzgado por el Tribunal conformado por Juan Pablo Olivera (presidente), Cristina de los Ángeles Lembeye y Oscar Santucci. La fiscalía fue asumida por Carlos Rearte y Ramiro López Chiartano, en tanto que la defensa la representa el abogado particular Alberto Luciani.
Una gran cantidad de amigos y familiares del imputado se hicieron presentes en la audiencia.
Castro se enteró por una tía que su nacimiento fue producto de una violación a su madre por parte de Alvarenga y por eso le propinó cinco puñaladas en el rostro y en el cuello, provocándole la muerte por insuficiencia respiratoria y shock hipovolémico.
Al prestar declaración ante los jueces, dijo que la noche previa al crimen había compartido un asado con su familia materna y que había ingerido alcohol y consumido marihuana y cocaína.
Además, contó que estuvo "de caravana" toda la noche y que a media mañana de ese domingo 20 de octubre, sin haber dormido, le preguntó a su tía quién era su padre biológico y cómo había sido la relación de él con su madre, ya que era una duda que tenía desde siempre.
Su familiar le reveló el enigma, diciéndole que Alvarenga había violado a su madre, Norma Cristina Castro, cuando ella tenía 14 años y que él era fruto de esa aberrante acción ocurrida en 1987.
DRAMATICO TESTIMONIO
Durante la audiencia de ayer, también quedó de manifiesto que -probablemente avergonzada por el hecho- la abuela de Castro le pidió a su hija en su momento que viajara a Chile para dar a luz a su hijo y que se tomara algunos meses para retornar a Pico Truncado.
En consecuencia, el imputado es de nacionalidad chilena, "algo que me trajo muchos problemas en mi adolescencia porque los chicos siempre se burlaron de mí por ser chileno, aunque solo viví dos meses en ese país".
Al ser consultado por el tribunal sobre cómo mató a su padre biológico, Castro respondió que "cuando mi tía me contó la verdad, me volví loco; me fui a buscarlo a Alvarenga con un cuchillo en la mano", con el cual le asestó varias puñaladas.
Dijo que recobró la lucidez cuando vio que el cuchillo que tenía en la mano "estaba lleno de sangre y lo vi a él tirado en el piso. Me fui corriendo a la ruta asustado y llamé a mi mamá para contarle y ella me fue a buscar".
"Cuando ella llegó, me dijo que era un pelotudo porque 'eso ya había quedado en el pasado' y me convenció para que me entregara a la policía", añadió.
Casi de inmediato exteriorizó un lamento: "culpa de ese hijo de puta tengo la vida que tengo. Yo estoy arrepentido de lo que hice y le pido disculpas a los familiares de Alvarenga, pero ellos me conocen y saben que ese fue un momento de locura".
ALEGATOS
Tras escuchar atentamente al imputado, el fiscal Rearte dijo que ratificaba parcialmente el requerimiento de elevación a juicio, excluyendo el agravante que se refiere a ser descendiente de la víctima, por lo que consideró que debería ser juzgado por homicidio simple con una pena de 9 años de prisión, más accesorias legales y costas del proceso.
Por su parte el abogado Luciani, en un extenso alegato, sostuvo que debería declararse la inimputabilidad de su cliente por "alteración de sus facultades al momento del hecho"; es decir que el homicidio fue producido "en estado de emoción violenta".
Además, pidió que se tenga en cuenta que su defendido no tiene antecedentes policiales; que se entregó voluntariamente; que es un hombre joven; que tiene una excelente conducta carcelaria y que debe trabajar para mantener a sus hijos de 4 y 7 años.
No obstante, manifestó que en caso de que el Tribunal no coincida con él "se tengan en cuenta las situaciones que debió afrontar en su vida y que se le dé la menor pena posible".
En sus últimas palabras antes del veredicto que se conocerá el miércoles próximo, Castro dijo entre sollozos que estaba "arrepentido de lo que hice porque no me sirvió de nada. Pido disculpas a mi mamá; esto fue un error que tengo que pagar. Soy consciente y responsable de lo que hice; me hago cargo".