Milei usó el acto para insultar a los que no piensan como él

No se salvó nadie de la furia desbocada del líder ultraderechista y de su hinchada en la noche de San Telmo. Cada vez se hace más necesario no perder la capacidad de asombro.

Medios, encuestadoras, periodistas, sindicalistas, economistas, kirchneristas... Nadie se salvó en la noche de este sábado de recibir un insulto -no una crítica, un insulto- de Javier Milei, el presidente de la Nación, que encabezó en San Telmo el lanzamiento de su partido, La Libertad Avanza.

A continuación, la lista de descalificaciones que descargó el líder ultraderechista en el Parque Lezama y las personas, las profesiones y los sectores que fueron destinatarios de una furia que no por conocida debe dejar de sorprender.

- "Les cerramos el orto" a los medios, dijo en relación a los que acusó de sabotear su campaña. "Pedazos de soretes", completó.

- "Ensobrados" y "corruptos" les dedicó ya no a los medios, sino a periodistas que sindicó como comprados por otras fuerzas políticas o rivales electorales a través de la pauta publicitaria.

- De practicar esa corrupción acusó, sin nombrarlo, a Horacio Rodríguez Larreta, a quien llamó "El Siniestro".

- "Manga de delincuentes", les dijo a "los kukas", es decir, a la dirigencia del kirchnerismo.

- "Sindigarcas", gritó en alusión a la dirigencia gremial.

- Llamó "parásitos de la política" a sus colegas del Congreso que le pusieron trabas al sorteo de su dieta de diputado cuando asumió la banca que ganó en las elecciones legislativas de 2021.

- "Degenerados fiscales", dijo una vez más respecto del gobierno anterior, al que acusa de haberle heredado, según sus cuentas, déficit gemelos del 17% del PBI.

- "Econochantas" fue el término que volvió a usar para atacar a sus colegas economistas que cuestionan su plan de gobierno o realizan análisis y pronósticos que no coinciden con los que él hace.

- También llamó "corruptas" a las empresas que "venden encuestas" a medida de quienes se las pagan.

La catarata de insultos que bajaba del escenario encontraba eco y amplificación en los miles de fans congregados en el Parque Lezama, que solían responder con un cantito simple, típico de la cancha: "¡Hijos de puta, hijos de puta, hijos de puta!".

NADA NUEVO, PERO SIEMPRE PELIGROSO

Lo que se cuenta en esta nota no es ninguna novedad en la Argentina distópica de Milei. De esa manera -repartiendo insultos a diestra y siniestra- se comportaba el anarcopitalista cuando solo era un panelista de televisión. Del mismo modo llevó adelante su campaña para la Casa Rosada y no cambió nada el 10 de diciembre pasado, cuando recibió los atributos del mando de la primera magistratura. La investidura presidencial no le puso filtro a su violencia verbal. Casi que ocurrió lo contrario.

Con todo, lo que se cuenta en esta nota no deja de ser una novedad en la Argentina si se mira la profundidad de la historia nacional: nunca antes había gobernado el país un hombre que usara todas las plataformas de comunicación para insultar -no criticar, insultar- a quienes ejercían algún tipo de oposición o sostenían algún tipo de cuestionamiento.

Nunca se había visto antes, tampoco, a un presidente elegido democráticamente que alentara a sus bases a insultar a las oposiciones.

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