Municipales en huelga satirizan al intendente

Ya transcurrieron dos meses desde el inicio de las medidas de fuerza de un sector de trabajadores municipales de Caleta Olivia, a la que hace varias semanas anexaron el bloqueo a las oficinas centrales de la comuna con un campamento que también interfiere en el normal funcionamiento del Concejo Deliberante, todo ello complementado con un corte de la calle 25 de Mayo por la que se accede a ambos edificios.

El Departamento Ejecutivo no modificó la decisión unilateral de otorgar un 20 % de incremento salarial en dos tramos (uno ya cumplido) y los esporádicos diálogos con la dirigencia del gremio (SOEMCO) que reclamó desde un primer momento una recomposición del 75 %, se cortaron abruptamente.

Paralelamente, hay divisiones entre quienes acatan la prolongada medida de fuerza y los que no están de acuerdo, en parte porque no coinciden con la conducción del SOEMCO que lidera desde hace tres décadas el veterano dirigente Julián Carrizo, quien a mediados de diciembre volverá a presentarse como candidato a secretario general en las internas del gremio.

A modo de ejemplo, esas discrepancias se evidenciaron en la mañana de este miércoles cuando una camioneta de trabajadores que no acatan el paro hizo su paso por el sector del acampe y no quisieron recibir panfletos de los huelguistas, varios de los cuales les gritaron “carneros”.

Ese cruce se produjo porque los manifestantes, a fin de ampliar la visibilización de la protesta, abrieron por algunos minutos la calle que estaba bloqueada y trasladaron las cubiertas a la denominada Hipólito Yrigoyen, lo que hizo que el tránsito de automotores debiera pasar frente al área del campamento.

Además, varios de los manifestantes se colocaron caretas que reflejaban el rostro fotografiado y sonriente del intendente Pablo Carrizo, a modo de sátira.

En los panfletos de referencia se sintetizaban varios puntos por los que se argumentaban las razones de la medida de fuerza: “Porque la canasta básica en la región supera el millón doscientos mil pesos”; “Porque un empleado municipal módulo 1 cobra 380 mil pesos y el de categoría más alta, modulo 7, cobra 750 mil pesos”.

En tanto, varios concejales se reunían para coordinar la posibilidad de reanudar este jueves las sesiones extraordinarias que ya se suspendieron tres veces por el paro. Y aunque a último momento surgió la convocatoria, no hay seguridad de que cuenten con la presencia del cuerpo de taquígrafas, lo que hace que también esté en duda la sesión.

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