Concretamente pide que se ordene librar oficios a diversas reparticiones para que un equipo de profesionales del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) y del buque Falkor de la Fundación Schmidt Ocean Institute puedan realizar una campaña de exploración similar a la que por estos días llevan adelante frente a las costas de Mar del Plata, obteniendo imágenes de alta definición de la biodiversidad existente en un cañón abisal de más de 3 mil metros de profundidad.
Los restos del ARA San Juan, implosionado el 15 de noviembre de 2017, causando la trágica muerte de sus 44 tripulantes, se encuentran 904 metros de profundidad del Atlántico y a unos 500 kilómetros frente a las costas de Comodoro Rivadavia.
Si bien del mismo existen filmaciones captadas por los vehículos operados remotamente (ROV) del buque que lo hallara un año después de la tragedia, el Seabed Constructor de la empresa Ocean Infinity, las mismas no son de gran calidad en comparación a las de ultra definición que captan los equipos que disponen los científicos del CONICET.
De manera especial, Carreras solicita que uno de los oficios para autorizar la expedición sea librado al Ministerio de Defensa dado que el submarino de la clase S-42 era una nave de guerra y además el sitio en el que se encuentra tiene restricciones de acceso impuesto por la propia justicia federal.
EN LA ANTESALA DEL JUICIO A CUATRO MARINOS
En el caso que se logre el objetivo (autorización y concreción de una expedición), la misma deberá concretarse en un lapso prudencial dado que para el curso de este año está previsto que el Tribunal Oral Federal de Río Gallegos -por expresa resolución de la Cámara Federal de Comodoro Rivadavia- , lleve adelante en la ciudad capital de Santa Cruz el juicio a cuatro de altos exoficiales de la Armada Argentina procesados e imputados en el delito de “estrago culposo”.
Se trata del contralmirante Luis López Mazzeo (comandante de Alistamiento y Adiestramiento), el capitán de navío Claudio Villamide (jefe de la Fuerza de Submarinos), el capitán de navío Héctor Alonso (integrante del Comando de Submarinos) y del capitán de fragata Hugo Correa (jefe de Operaciones).
En la solicitud presentada ante el Juzgado de Caleta Olivia, la doctora Carreras deja constancia que “en representación de los familiares y, en post de obtener la verdad y con ella la justicia para todos los responsables de las 44 muertes, se impone poder acceder al fondo del mar, donde no solo se encuentra la tumba de hierro de su tripulación, sino que además yacen a 904 metros de profundidad detalles que podrían servir para esta instrucción aún abierta”