El asesino, hoy de 34 años, se fue del lugar, pero los vecinos, que nunca olvidaron la trágica historia de la chica, aportaron los datos fundamentales para que la policía lo detuviera horas después.
La segunda y última parte del drama que tuvo como víctima a Vanesa Priscila Troncoso se desarrolló el sábado en una precaria vivienda del barrio Punta Norte, de la ciudad de Santa Fe. A ese lugar, a media tarde, arribó Mario Andrés S., quien había cumplido una condena previa de 10 años por abusos sexuales contra varias mujeres, entre ellas aquella víctima de once años atrás.
Según los investigadores, después de las 18 los vecinos que viven en las inmediaciones de la esquina de Azopardo y Doldán escucharon gritos desgarradores provenientes de una vivienda. Minutos después advirtieron que un hombre salió corriendo del interior de la casa, subió a su moto y se alejó del lugar a máxima velocidad.
El asesino, según indicaron los investigadores, cerró con candado la puerta de la vivienda que ocupaba la víctima y se retiró del domicilio a bordo de una moto. Varios de los vecinos vieron que salía humo de la casa, pero también notaron que la puerta de ingreso estaba parcialmente abierta, por lo que pudieron ingresar y comprobaron que Vanesa estaba tirada sobre una cama, completamente inmóvil.
Tras sofocar el fuego arribaron profesionales del Servicio Integral de Emergencia Sanitaria (SIES), quienes constataron que Vanesa Troncoso había fallecido por asfixia, en un contexto de características violentas.
Una primera reconstrucción determinó que el asesino, después de asfixiarla, prendió fuego la vivienda en un intento por borrar las huellas del crimen.
La policía, utilizando las cámaras de seguridad del 911, localizó al sospechoso y lo arrestó en un rancho ubicado en San Juan y Javier de la Rosa, en el barrio de Nueva Pompeya.
Fuente: La Nación