Luis Alfredo Páez tenía 28 años y los habitantes más antiguos del barrio Jorge Newbery lo identificaron como un joven con problemas de alcoholismo, pero muy respetuoso, que no se metía con nadie y que se ganaba la vida acarreando carritos en La Anónima del barrio 9 de Julio, donde conseguía propinas por su servicio.
A Juan Ramón González, de 43, lo identificaron como nuevo en el barrio y de poco agrado para los vecinos por su carácter de pendenciero. Así lo describieron quienes hablaron con el equipo periodístico de El Patagónico que estuvo en el escenario criminal.
En una de las precarias casitas que se ubican en la parte alta del pasaje 668 se juntaron varias personas a consumir bebidas alcohólicas durante la ventosa tarde del viernes y a escuchar música al máximo del volumen.
Se desconoce cuáles fueron los motivos, pero después de la medianoche se produjo una lluvia de piedras que bajaron desde lo alto del pasaje, gritos y corridas que alteraron la tranquilidad del vecindario. Al costado de una palma de alumbrado, en el ingreso del pasaje 668 y Patagonia, una persona quedó tirada y perdiendo abundante sangre.
"La policía llegó enseguida y al rato vino la ambulancia para llevárselo al Hospital Regional. Ahí estaba tirado el pibe y más allá el tipo que lo apuñaló, que fue llevado preso", le dijo otro de los vecinos a este diario mientras señalaba el poste de madera que quedó manchado en su base con la sangre de Páez.
En el caso tomó intervención el personal policial de la Seccional Segunda, mientras que la guardia del Ministerio Público Fiscal estuvo a cargo de la fiscal general Cecilia Codina y la funcionaria, Andrea Serer.
HOMICIDIO SIMPLE
La audiencia de control de detención y apertura de la investigación de Juan Ramón González se llevó a cabo ayer después de las 15 y fue presidida por la juez penal, Daniela Alejandra Arcuri; la funcionaria Serer representó a la parte acusadora y el imputado fue asistido por la defensora pública Lilian Bórquez.
En ese marco la funcionaria de Fiscalía pidió que se declarara legal la detención de González, quien fue señalado por los vecinos como el autor de las cinco heridas de arma blanca que le ocasionaron la muerte de Páez. Además, requirió que se formalice la apertura de investigación en su contra como autor del delito de homicidio simple.
La acusadora pública también requirió que se cautele el proceso con el dictado de la prisión preventiva porque entiende que se configuran los peligros procesales de fuga y entorpecimiento de la investigación, algo a lo cual hizo lugar la juez natural de la causa tras dejar formalizada la apertura de la investigación.
Arcuri determinó un mes de prisión preventiva para el imputado y fijó en tres meses el plazo de investigación.
González accedió a declarar y se limitó a decir que no se acordaba de nada ya que estaba muy ebrio.
- 19 febrero 2017