Alertó por Facebook que su ex no respetaba la perimetral y la encontraron muerta

El cuerpo de Silvia Quinteros apareció semienterrado en Hersilia, un pequeño pueblo en el centro de la provincia. Su expareja, que tenía una restricción perimetral en su contra, quedó detenido. Tenían tres hijos en común de 10, 9 y 6 años. Prostitución forzada y los posteos que anunciaron el bestial femicidio.

El lunes 29 de julio, Silvia Quinteros sentía que empezaba una nueva vida. Unos días antes había recurrido a una de sus mejores amigas para pedirle un empleo. No había tenido uno en casi una década, debido al sometimiento violento y a los golpes habituales de su marido y padre de sus tres hijos, Javier Piedrabuena, de 32. El hombre se creía su dueño, le negaba salir a trabajar.

El 14 de junio había logrado que la Justicia establezca una restricción perimetral contra Piedrabuena. Creía haber encontrado una cuota de felicidad y el nuevo paso en esa nueva vida era el de empezar a limpiar la vereda y el exterior de un local de su amiga, en la pequeña ciudad santafesina de Hersilia. La mañana del 29, dejó a sus hijos en la escuela primaria local y se despidió: "Mamá se va a trabajar. Después los vengo a buscar".

Silvia nunca volvió a buscarlos. Los chicos tuvieron que ser retirados por su tía, la hermana de su madre. Desde ese 29 de julio, ya nadie más la vio con vida. Dos días después, su hermana acudió a la Comisaría 6ª de Hersilia para denunciar la desaparición de Silvia y para explicar que ella ya no podía hacerse cargo de sus tres sobrinos en la casa. Entonces, comenzó un operativo de búsqueda.

Pasaron más de dos semanas sin que nadie pudiera aportar un dato sobre el paradero de Quinteros. Hersilia se movilizó con dos marchas. El propio Piedrabuena llegó a publicar posteos con su búsqueda en las redes sociales y hasta insinuó haberse contactado con ella a las pocas horas siguientes a su desaparición durante una entrevista que concedió a la radio local FM Amiga.

Finalmente, el misterio sobre la desaparición se resolvió en las primeras horas de este miércoles. Silvia estaba muerta. Su cuerpo encontraba semienterrado, debajo de unas ramas en un descampado conocido por los habitantes locales como el "Viejo Vivero", ubicado en las inmediaciones de Hersilia, en las adyacencias de la Ruta Nacional Nº 34 y en un punto cercano a la frontera con Santiago del Estero, según adelantó el diario La Capital. Su cuerpo se encontraba en tal estado de descomposición que resultó imposible determinar a primera vista las causas de la muerte de la joven.

A las pocas horas del hallazgo, la fiscal Verney ordenó detener a Piedrabuena, quien fue trasladado a las dependencias de la Unidad Regional XIII, a la espera de que se resuelva la imputación en su contra y su situación cautelar.

SILVIA NUNCA TUVO PAZ

A mediados de año, Silvia le comunicó su decisión de separarse. No pudo encontrar la manera de poder frenar la violencia extrema. A los pocos días de tomar la decisión, se puso en contacto con un grupo feminista santafesino llamado "Brujas Empoderadas", organización que la contuvo y la ayudó a judicializar su situación.

"Ella vino, nos contó lo que le estaba ocurriendo, todo lo que sufría en su vida y la pusimos en contactos con abogados y un juez para que presentara la denuncia por violencia de género", asegura María Luz, referente de la organización-

Asimismo, los posteos en Facebook de Silvia y hasta los de Piedrabuena comenzaron a sacar a la luz el infierno al que estaba sometida.

El 23 de mayo, Silvia publicó una nueva foto de perfil junto al texto: "Mi sonrisa ya no es la misma. Y yo menos". Entre los comentarios de ese posteo, se registró un mensaje amenazante de su propio exmarido, a la vista de todos los contactos: "Ey, ojo. Es la última vez que te lo digo", le respondió Piedrabuena.

El 14 de junio, después de entrevistas con abogados y con un juez de la zona, Quinteros logró que la Justicia le aplicara una restricción perimetral a Piedrabuena, tanto para con su ex pareja como para con sus hijos.

Durante esos días, Silvia escribió en Facebook en su muro. Le rezó a San La Muerte. Pidió auxilio.

El 29 de julio se produjo la desaparición y uno de los puntos más paradójicos es que el propio Piedrabuena apeló a las redes para compartir una noticia sobre el proceso de búsqueda de su ex pareja.

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