Cinco hombres fueron detenidos por las autoridades policiales al estar sindicados de haber asesinado a golpes en la cabeza a uno de sus compañeros de trabajo, cuyo cadáver luego arrojaron al río Paraná para, de esta manera, fingir un suicidio, en un suceso registrado en el norte del conurbano bonaerense.
Los voceros judiciales revelaron a cronica.com.ar que la víctima del ilícito fue identificada, en forma oficial, como Juan Orlando Aguilar, de 40 años. De acuerdo a lo agregado por los informantes, los hechos comenzaron el 5 de octubre, cuando los integrantes del destacamento Camino Isleño se apersonaron en el muelle El Ceibo, situado a la vera del canal De La Serna, a raíz de un aviso recibido en el número telefónico de emergencias 911.
Trascendió que, en el lugar, los uniformados dialogaron con un primo de Aguilar, de 47 años, quien sostuvo que su familiar se encontraba desaparecido, tras haberse arrojado, en estado de ebriedad, a las aguas del río Paraná, para suicidarse. Este hombre agregó en el relato que su pariente se hallaba sumamente deprimido y que, antes de lanzarse al río, había ingerido abundante alcohol y había pretendido incendiar una vivienda mientras estaba junto a otros individuos, con quienes se desempeñaba en una obra, en una de las islas del delta, cerca del Dique Luján.
Finalmente, y como saldo de una serie de rastrillajes, el 8 de octubre, los miembros de la Prefectura Naval Argentina (P.N.A.) localizaron el cuerpo sin vida de la víctima, que hallaba entre varias ramas, en esa zona, abriéndose un expediente caratulado “Averiguación de ilícito”, con intervención del fiscal Marcelo Fuenzalida.
Peritos de la delegación local de la Policía Científica, al ser convocados por las autoridades de la Justicia, revisaron el cadáver del sujeto y entonces lograron determinar que presentaba un golpe en la región del cráneo, certificándose que Aguilar fue asesinado ya que la herida no había sido provocada por motivos accidentales. A su vez, se comprobó que el fallecido carecía de agua en los pulmones, lo cual indicaba que ese hombre, en realidad, no se había ahogado en el Paraná, como se creía en un principio.
Basándose en estas nuevas pruebas, el fiscal Martín Otero se hizo cargo de dicho sumario y resolvió encomendarles el esclarecimiento del hecho a los servidores públicos destinados en la Subdelegación Departamental de Investigaciones (SubDDI) de San Fernando.
Gracias a las diferentes diligencias, los mencionados pesquisas, con el apoyo de la Dirección Departamental de Investigaciones (D.D.I) de San Isidro y de la Dirección de Seguridad de Islas consiguieron averiguar que Aguilar había sido mortalmente atacado por su primo y por sus compañeros de tareas, quienes posteriormente intentaron simular un suicidio. Como consecuencia de este motivo, los sospechosos fueron apresados por el crimen de la víctima. En forma preventiva, la causa penal ahora fue recaratulada “Homicidio”.