Las instalaciones de rugby y hóckey del Club Portugués en el barrio Industrial sufrieron un atentado el lunes alrededor de las 23:30. Los autores destrozaron cinco ventanas y escribieron amenazas contra el presidente de la institución deportiva, Alejandro Paillahuala. La denuncia policial por los daños y las amenazas fueron realizadas en la Seccional Tercera.
En uno de los mensajes que dejaron los dañinos el autor hacía referencia a que había sido "echado" del club y dibujaron una pistola amenazando a Paillahuala.
En diálogo con El Patagónico la víctima de las amenazas, expresó: "la denuncia está hecha. Nosotros nos debemos a un montón de padres que nos dejan a los chicos y con mucha tranquilidad en manos nuestras, y nosotros le debemos dar una explicación de todas las cosas que suceden en el club y sobre todo cuando se trata de este tipo de vandalismos".
"Esto no nos detiene, tenemos mucha actividad para desarrollar, el club está por encima de todos nosotros y por arriba de cualquier locura que pueda tener un chico de estos", dijo Paillahuala.
El inconveniente se habría generado tras el apartamiento de tres jóvenes menores que se desempeñaban en uno de los equipos de rugby debido a sus comportamientos y la relación que tenían con el consumo de drogas.
"No tenés los mecanismos y la estructura para darle la contención a estos chicos. No me puedo distraer y mantener enfocado en ellos, porque la actividad propia del club te va llevando a que vos sigas trabajando, y para esto necesitás tener un equipo profesional para realmente ayudarlos. Hoy no estamos en condiciones de sostener esta situación, parece muy cruel. Esto no ocurre habitualmente, ya lo hemos charlado con los padres y las familias, ellos han puesto lo que pudieron, nosotros como institución le hemos dado todo, pero cuando excede la raya de lo grosero es muy difícil. Es mucho más lo bueno que sostener lo malo" analizó Paillahuala.
"La verdad que me hubiese encantado ir dándole una mano como para poder ayudarlos, pero el club no está en condiciones y creo que ninguna institución en condiciones de sostener esto. Pero esto es producto de una sola cosa, el flagelo que nos está comiendo y está instalado en todos lados", afirmó el presidente del club deportivo que reúne a más de 890 jóvenes que participan en deportes federados como hóckey, rugby y fútbol.
"No va a ser la primera vez que a uno lo amenazan por ser la parte más cruel del club, el presidente deja de ser amigo cuando empezás a ser presidente, cuando empezás a sancionar dejas de tener amigos", reflexionó Paillahuala.
PADRES ATENTOS
Paillahuala pide a los padres "que estén más atentos de lo que pasa alrededor de sus casas, porque esto también sucede en las escuelas y también para que ellos sepan con quienes se juntan sus hijos".
La decisión de separar a los deportistas del club se debió exclusivamente porque no respetaron las reglas internas, argumentó. "Estamos permanentemente instando con el tema de los valores del club, tenemos un reglamento interno, que nosotros respetamos a rajatabla. No tiene sentido sostener algo, no tenemos las herramientas como para separar fuera de esto. Esto sucede en todos los clubes, algunos tienen la posibilidad de detectarlo y otros no", contrastó.
Paillahuala que mostró a este diario las comodidades con las que cuentan los deportistas en las instalaciones -cancha de césped, cocina comedor para almuerzos, meriendas y cenas en conjunto y gimnasio de pesas-, explicó: "en el club, no definimos ninguna situación social, a nuestro club vienen de todos los barrios, nuestro club está permanentemente recibiendo chicos, no hacemos un filtro. El chico que tenga ganas de venir a jugar y poder compartir un espacio, le hacemos conocer las reglas del club. Si te salís de eso, no podes participar", insistió el dirigente.
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- 12 octubre 2016