La joven de Puerto Madryn fue filmada por las cámaras de dos comercios en los que pagó con la tarjeta de débito del jubilado de 88 años.
La joven fue filmada por las cámaras de dos comercios en los que pagó con la tarjeta de débito del jubilado de 88 años.
Oriunda de Puerto Madryn, la delincuente terminó imputada en una causa por estafa después de querer pasarse de lista con mucha insensibilidad: encontró la tarjeta de débito de un jubilado y -lejos de devolverla- salió de compras a cuenta del abuelo. Le cargó a la cuenta bancaria del damnificado casi un millón de pesos.
Seguramente, la insensible compradora no contaba con que el titular del plástico no advertiría los gastos irregulares en el home banking. Pero a sus 88 años, el abuelo no sólo se dio cuenta de que alguien se estaba aprovechando de él, sino que hizo la correspondiente denuncia.
Gracias a ese aviso, la Fiscalía de la ciudad del Golfo y la División de Investigaciones de la Policía provincial comenzaron una investigación para tratar de rastrear quién había sido la persona que pagó esas compras con la tarjeta del jubilado, todas realizadas en locales de ropa de la zona.
No fue un proceso muy complicado. Según informó el Ministerio Público Fiscal de Chubut, los investigadores analizaron la lista de compras y pudieron establecer que dos de los locales visitados por la chica tienen cámaras de vigilancia. Lo que siguió, fue acceder a las imágenes.
En cuanto tuvieron los videos, lograron identificar a la joven ahora acusada, en el momento en que hizo las compras.
Tras identificar a la compradora, allanaron su casa: además de los artículos que pagó, encontraron la ropa que llevaba puesta en su tour de compras a cuenta del jubilado.
A partir del seguimiento de esos movimientos bancarios en la cuenta de la víctima, con fecha y hora precisas, y cruzar esos datos con las imágenes de las cámaras de seguridad, se realizó un allanamiento en el domicilio de la imputada.
En el procedimiento, secuestraron los artículos comprados con la tarjeta del jubilado, y además se llevaron el celular y la ropa que la chica tenía puesta en el momento de salir de compras, y que se veía en las filmaciones.
HASTA SEIS AÑOS DE PRISION
A la joven, de quien no se difundió la identidad, la avivada le terminó saliendo bastante cara. Ahora debe enfrentar cargos por los delitos de “estafa”, que contemplan una pena de un mes a seis años de prisión.
Si el castigo que le imponen los jueces supera los 3 años, será de cumplimiento efectivo en la cárcel. La ley penal incluso hace referencia directa a lo que hizo la acusada con la tarjeta de débito del jubilado.
En el inciso 15 del artículo 173, especifica que penará a quien “defraudare mediante el uso de una tarjeta de compra, crédito o débito, cuando la misma hubiere sido falsificada, adulterada, hurtada, robada, perdida u obtenida del legítimo emisor mediante ardid o engaño, o mediante el uso no autorizado de sus datos, aunque lo hiciere por medio de una operación automática”.
De todos modos, la decisión final de los jueces dependerá de varios factores, empezando por los antecedentes de la imputada y también, si manifiesta algún tipo de arrepentimiento.
En muchos de estos casos, además, los abogados defensores suelen acordar con los fiscales acuerdos judiciales, en los que se establece algún tipo de compensación al damnificado y tareas sociales al acusado, como un modo de evitar la elevación final a juicio.