El dolor de una madre

Graciela, madre de Soledad Arrieta, difundió una carta abierta en la que puso de manifiesto todo su dolor por el brutal asesinato de su hija. Pide justicia y se lamentó: "me siento culpable por no haber podido salvarla".

Los habitantes de Comodoro Rivadavia aún se encuentran conmovidos por el brutal asesinato de María Soledad Arrieta, una mujer de 38 años que pereció luego de ser quemada viva y encerrada en una habitación sin posibilidades de salir.

Su madre Graciela compartió una carta abierta en la que detalla: “esta es mi Sole, risueña, alegre, divertida. Mi confidente, mi amiga, mi compañera de cine, mi hija, todo mi amor y respeto para esta hermosa mujer siempre al pie con su mamá, aunque a veces peleábamos”.

La mujer directamente apunta a Gustavo Cervera, principal sospechoso y padre de los tres hijos que tenían en común, como el autor del crimen: “lamentablemente alguien que consideraba un hijo la mató solo por no entender que un ‘no’ es un ‘no’. Me siento culpable por no haber podido salvarla, que si de algo sirve esto es para que no vuelva a pasar. A Sole nadie me la devuelve, pero sí pueden salvar a otras Soles”.

“Mi amor, parte de mi vida, espero encuentres la paz ya que tu felicidad te la sacaron, pido difusión respeto y justicia pronta; solo así sé que ella estará en paz y se salvarán otras vidas”, resalta la madre y se pregunta “¿por qué es tan difícil entender un ‘no’? Esa fue su única culpa: decir ´no te quiero más´... ¿Lo demás? No importa. Te amo hija y mamá no va a parar. Esas charlas que tuvimos en este tramo de tu vida quedarán en lo profundo de mi ser. Te extraño y todas mis fuerzas van a estar puestas en tu justicia… y aun así no te voy a tener más”.

La mujer detalló que Soledad no denunció a Gustavo en su debido momento por “ser el padre de sus hijos” y se pregunta sobre los dichos del principal sospechoso en cuanto a la secta umbanda. “¿Qué importancia tiene el resto si fuera cierto? ¿Eso justifica, Gustavo, tu accionar? Sos un caradura. Voy a empezar a publicar los audios que le mandabas a ella amenazándola y vemos qué opina la gente. ¿Si eso no es amenaza, qué es?”.

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