Con el rechazo a la solicitud de arresto domiciliario que había planteado la defensa de Julio César Montesinos, concluyó ayer la audiencia de revisión de la prisión preventiva que viene cumpliendo el imputado por el homicidio de Sergio Nahueltruz. El asesinato se produjo entre el 10 y el 13 de mayo de este año en la vivienda de la víctima, en el barrio Las Américas.
El acto judicial fue presidido por el juez Jorge Odorisio. Por el Ministerio Público Fiscal asistió la funcionaria Inés Bartels. Mientras, la defensa del imputado fue ejercida por la defensora pública Viviana Barillari.
La defensora de Montesinos solicitó su arresto domiciliario y que se tramite la colocación de una tobillera electrónica a su representado, con la finalidad de monitorear y garantizar que cumpla con esa medid. En cambio, la representante de fiscalía se opuso al pedido y requirió que se mantenga la prisión preventiva de Montesinos hasta la finalización del debate.
En un primer momento la defensora solicitó la morigeración de la privación de libertad de su asistido. Argumentó que si bien el informe social elaborado por una profesional concluye que no están dadas las condiciones necesarias para que el padre del imputado ayude a su hijo y también plantea las dificultades que tuvieron sus progenitores para contenerlo, la abogada resaltó que la madre del detenido se mudó de vivienda para no entorpecer la investigación.
“Existe un compromiso familiar para morigerar su situación y debería dársele una oportunidad”, indicó Barillari. Requirió así su arresto domiciliario y para asegurar su cumplimiento la tramitación requirió que le coloquen una tobillera electrónica.
En contraposición la funcionaria de fiscalía se opuso a la morigeración de la prisión preventiva solicitada para el imputado, “ya que es clara y contundente la licenciada Collazo en su informe que ninguno de sus dos progenitores han podido contener al imputado. La familia se disolvió y en un tratamiento que realizó por su adicción al alcohol ninguno de los dos padres fue continente”, indicó.
La funcionaria fiscal subrayó que el arresto domiciliario de Montesinos “no permite alejar los peligros procesales de fuga y entorpecimiento y no están dados los elementos para evitar poner en peligro el proceso. Además restan solo cinco meses para la audiencia de debate”, aseguró. De ese modo, requirió que se rechace la solicitud de prisión domiciliaria de Montesinos y que se mantenga su prisión preventiva hasta la finalización del debate.
Luego de escuchar esos argumentos, el juez penal rechazó la petición de la defensora de Montesinos. Sostuvo que no están dadas las condiciones para que los padres ayuden a su hijo, conteniéndolo en un arresto domiciliario.
En ese sentido expuso el horario de trabajo nocturno de su padre, “en ese tiempo el imputado estaría sin contención en el hogar”. Además, no existe dispositivo electrónico disponible por el momento, es decir que no están dadas las condiciones en el caso para adoptar una medida alternativa como la colocación de una tobillera electrónica. A la vez, el magistrado se refirió a que subsisten los peligros procesales de fuga y entorpecimiento de la investigación.
ASESINADO EN SU CASA
El caso elevado a juicio ocurrió entre el 10 y 13 de mayo de este año. Según la imputación de la Fiscalía, Julio César Montesinos se presentó en el domicilio de Sergio Nahueltruz, en la calle Código 909 de la extensión del barrio Abel Amaya, zona más conocida como barrio Las Américas.
De acuerdo a la acusación, Montesinos atacó con un cuchillo a Nahueltruz. Le asestó seis cortes en el cuerpo que provocaron la muerte del hombre que era conocido por sus vecinos por su oficio de vendedor de diarios.
La imputación agrega que Montesinos escapó del lugar con sus ropas ensangrentadas. Antes cerró la puerta de la casa con llave y se llevó la misma, al igual que el teléfono celular del fallecido.
El cuerpo de Nahueltruz fue descubierto el 13 de mayo cuando una vecina llamó a la policía porque llevaba varios días sin verlo. Cuando los efectivos policiales se dirigieron a la vivienda, encontraron la puerta cerrada, pero lograron ingresar y se encontraron con el cadáver.