Faltaban 10 minutos para las 21 del martes cuando tres hombres jóvenes ingresaron a un multirubro ubicado en Kennedy y Laferrere. En ese momento, las dos empleadas atendían a un cliente. En cuestión de segundos los hombres se distribuyeron y al acercarse al mostrador exhibieron un arma de fuego y pidieron a las mujeres que entregaran la recaudación.
Con mucho nerviosismo, las mujeres entregaron los 100 pesos que tenían en la caja registradora. Luego, los jóvenes alzaron también una caja con medicamentos y una balanza electrónica.
A pesar de la situación, las empleadas consiguieron identificar a un cuarto hombre, que desde la vereda del local observaba el movimiento de la calle.
Una vez que los ladrones abandonaron el lugar, las empleadas radicaron la denuncia en la Seccional Cuarta. Al arribar el personal policial al lugar del hecho, dieron con testigos que identificaron a los autores del hecho, entre un grupo de jóvenes que en ese momento se encontraban reunidos en cercanías del kiosco.
Allí se procedió a la detención de cuatro jóvenes, aunque sólo tres de ellos habían sido señalados como autores del robo. Es por ello que más tarde la Justicia determinó que quien no había sido acusado recuperara la libertad. La policía recobró todos los elementos robados, menos los 100 pesos.
- 29 marzo 2007