A Locomotora Castro le robaron alimentos para sus comedores y le destrozaron su auto

El ex boxeador, que desde hace tiempo cumple un rol social, detalló lo ocurrido: “Me rompieron todo para sacar el estéreo, me robaron la batería, el auxilio, el criquet y unas cosas más”.

Jorge “Locomotora” Castro sufrió un robo en Lomas de Zamora, donde administra comedores y merenderos destinados a la ayuda de personas de bajos recursos. En el incidente, el ex boxeador denunció el robo de mercadería y la destrucción de un vehículo que el equipo de su fundación utiliza para repartir alimentos.

“Así me dejaron el auto anoche, pero antenoche también me robaron del auto mercadería. No me hice problema porque la gente necesita, y yo dije que aprovechen lo que me habían llevado. Pero anoche fue terrible lo que hicieron: me rompieron todo el torpedo para sacar el estéreo, me robaron la batería, el auxilio, el criquet y unas boludeces más. Pero lo quiero hacer público porque por uno pagan todos. Las cámaras van a decir la verdad, quién fue. Abrazo para todos”, escribió en su perfil de Facebook, acompañando el posteo con una serie de imágenes del auto vandalizado.

Según pudo saber Infobae, la comisaría 6ª está investigando lo sucedido en el gimnasio ubicado en la calle Eva Perón. Las primeras hipótesis desde el entorno propio del ex boxeador apuntan a personas que concurren al lugar habitualmente. En declaraciones al canal América, Castro explicó: “No creo que sea político. Son gente que se droga, que anda buscando para poder consumir algo. Agradezco a la Policía porque ya casi lo tienen en vista, hay que esperar”.

También señaló que la Policía está trabajando en el caso, aunque lamentó los daños sufridos y solicitó ayuda para reparar el vehículo (locomotora.castro22), fundamental para sus actividades en la comunidad.

Castro, conocido por su labor solidaria en Lomas de Zamora, relató con preocupación la situación de inseguridad en la zona, mencionando un episodio en el que uno de los jóvenes de su gimnasio fue atacado con una puñalada en el pulmón. “Ya me pasó una vez que encontré uno que me había robado, lo agarré y casi voy preso por pegarle. Un pibito de acá del gimnasio, acá a la vuelta lo apuñalaron. Le pegaron una puñalada en el pulmón. La gente está zarpada, creo que las autoridades lo saben. No puede ser que pasen estas cosas todos los días en la calle”, relató.

“La gente está desesperada, tiene miedo de salir a la calle por lo que está pasando”, sostuvo. El exboxeador también abordó la crisis económica que afecta al país, expresando su inquietud por el impacto en las familias más vulnerables: “Tenemos mucha necesidad, falta alimento, no solamente acá en Temperley, en todo el país. Las cosas se fueron al carajo, todo aumenta, los sueldos siguen iguales. Es muy duro para la gente que no tiene; yo, gracias a Dios, tengo, puedo comer, comprarme un kilo de carne, pero hay gente que no tiene. Es duro”.

Castro nació en Caleta Olivia, en Santa Cruz, y pasó por situaciones de desnutrición cuando, tras la separación de sus padres, se trasladó a vivir con su padre a Catamarca. Durante su niñez y adolescencia, “mangueaba” para poder comer y ayudar a su madre, que trabajaba como portera y cuidaba de seis hijos. Más adelante, a los 14 años, comenzó a trabajar en el campo con esquiladores, ahorrando dinero para dar el salto al boxeo, donde en 1994 conquistaría el título mundial al vencer al estadounidense Reggie Johnson.

El inicio de su labor solidaria coincidió con la pandemia de COVID-19 en 2019, cuando Castro decidió abrir su gimnasio en Temperley como comedor comunitario ante el incremento de la pobreza en la región. Desde entonces, organiza la distribución de alimentos los viernes, repartiendo a unas 350 familias y abasteciendo además a nueve merenderos y catorce comedores. Con frecuencia se traslada al Mercado Central a primera hora de la mañana para recoger donaciones de frutas, verduras y otros productos de primera necesidad, contando también con el apoyo de la Municipalidad de Lomas de Zamora y de empresas mayoristas.

El ex pugilista asegura que su popularidad le ha ayudado a conseguir apoyo de comercios locales y empresas que colaboran con alimentos básicos como arroz, fideos y leche. Además de su trabajo en el gimnasio, lleva su programa “Guantes por la vida” a cárceles en toda la Argentina, donde enseña boxeo como una forma de disciplina y rehabilitación. Inspirado en iniciativas como la Fundación Espartanos, que promueve el rugby en las cárceles, el ex campeón mundial busca que los internos adopten hábitos de disciplina y cuidado personal a través del deporte.

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